lunes 18 de agosto de 2025 - Edición Nº5256

Información General | 17 Aug

Huevos en casa: dónde guardarlos para máxima seguridad alimentaria

¿Sabías que la forma en que guardás los huevos en tu casa puede cambiar completamente su seguridad?


¿Sabías que la forma en que guardás los huevos en tu casa puede cambiar completamente su seguridad? Muchos compramos huevos en el supermercado y los dejamos en la mesada o en la puerta de la heladera sin pensar demasiado, pero esas decisiones afectan directamente la seguridad alimentaria de tu cocina.

En los supermercados, los huevos se mantienen a temperatura ambiente porque el ambiente está controlado. Pero apenas llegan a tu hogar, las fluctuaciones térmicas propias de la cocina pueden ponerlos en riesgo. La cáscara de los huevos no es impermeable: tiene miles de poros que pueden permitir la entrada de bacterias como la salmonella.

Un buen huevo

Para protegerlos, la naturaleza dotó a los huevos de una capa llamada cutícula, que funciona como un barniz natural. Esta capa protege contra los patógenos mientras deja pasar aire y vapor de agua. El problema aparece cuando los huevos enfrentan cambios bruscos de temperatura: se forma condensación, la cutícula se degrada y las bacterias pueden entrar. Por eso, los supermercados evitan los cambios de temperatura y los mantienen estables alrededor de 18°C.

Cuando llevás los huevos a casa, la situación cambia. Las cocinas domésticas tienen variaciones constantes de calor y frío: la cocción de alimentos, la apertura de ventanas o incluso la noche y el día generan fluctuaciones térmicas que pueden comprometer la seguridad alimentaria de los huevos. La solución es simple: refrigerarlos inmediatamente. La heladera ofrece un ambiente constante que mantiene la cutícula intacta y protege el huevo de contaminantes.

La ubicación dentro del refrigerador también importa. Aunque muchos compartimentos en la puerta parecen prácticos, son los peores lugares: cada apertura genera cambios de temperatura. La mejor opción es colocarlos en las bandejas interiores, donde la temperatura es más estable.

Las diferencias internacionales muestran distintos enfoques. En Estados Unidos, los huevos se refrigeran desde el procesamiento hasta el consumo. En Europa y Latinoamérica, las gallinas suelen vacunarse contra la salmonella, por lo que los huevos se venden a temperatura ambiente. Aun así, en casa, la refrigeración es clave para mantenerlos seguros y preservar nutrientes como vitaminas B12, A y proteínas de alto valor biológico.

Además, los huevos refrigerados conservan mejor sus propiedades culinarias: la clara mantiene su capacidad de formar espuma y la yema sus propiedades emulsificantes, esenciales para repostería y otras preparaciones.

Recomendaciones rápidas para cuidar tus huevos:

  • Guardarlos en la bandeja interior del refrigerador dentro de su envase original.

  • Refrigerarlos inmediatamente tras la compra.

  • No lavarlos antes de guardarlos; solo al momento de usarlos.

  • Evitar ciclos de frío y calor.

  • Usar la “prueba del agua” para verificar frescura: el huevo fresco se hunde y queda plano.

Tomar estas precauciones simples garantiza que tus huevos se mantengan seguros y nutritivos hasta que los uses. Así que la próxima vez que lleves huevos a casa, recordá: no es solo dónde los compras, sino dónde y cómo los guardás lo que marca la diferencia.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias