¿Qué es la ciclogénesis y cómo impacta al AMBA?
La ciclogénesis es el desarrollo o intensificación de un sistema de baja presión atmosférica, acompañado por lluvias, vientos fuertes y notable inestabilidad climática.
Se forma por una caída abrupta de presión, provocando reacomodación del flujo aéreo y circulación ciclónica. Een el hemisferio sur, el viento gira en sentido horario alrededor del centro de la baja presión.
Esta situación favorece el ingreso de aire templado y húmedo desde el Litoral enfrentado con aire frío del Atlántico, lo que alimenta la formación de lluvias sostenidas y ráfagas fuertes.
En todo el AMBA, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) activó una alerta naranja para la región. Se espera un aumento abrupto de temperatura el martes por la llegada de aire cálido, seguido por la ciclogénesis que desatará lluvias entre 40 y 70 mm y vientos del sur o sudoeste con ráfagas superiores a los 65 km/h entre la noche del martes y el mediodía del miércoles.
Además, especialistas señalan que la ciclogénesis puede durar entre 24 y 48 horas o más, y cuando se forma muy rápidamente se considera “explosiva”, generando efectos extremos en el viento y las lluvias.
Recomendaciones para enfrentar el alerta
El fenómeno también puede traer tormentas eléctricas y ráfagas de viento que dificulten la circulación, afecten el tránsito urbano y reduzcan la visibilidad en zonas suburbanas.
Ante este escenario, el SMN recomienda:
Permanecer en construcciones cerradas como casas o escuelas.
Evitar el uso de artefactos eléctricos, teléfonos con cable y circular por calles anegadas.
Contactar emergencias locales ante cualquier incidente.
Este tipo de eventos —aunque no inusuales en la zona costera de la provincia— generan alteraciones significativas en la rutina: corte de energía, ráfagas que afectan árboles y estructuras, inundaciones aisladas y restricciones en el transporte público. La ciclogénesis convierte lo cotidiano en una alerta roja para la población.
La ciclogénesis que atraviesa al AMBA es un fenómeno meteorológico de baja presión que reorganiza el clima regional: trae lluvias prolongadas, ráfagas de viento intenso y fuertes cambios térmicos en menos de 48 horas.
La alerta naranja implica una situación inestable que demanda máxima prudencia en calles, hogares y espacios abiertos.
Prepararse a tiempo resulta clave: para mitigar riesgos, cuidar movilidades y asegurar la protección ciudadana durante estas horas críticas de circulación atmosférica.