martes 9 de septiembre de 2025 - Edición Nº5278

Información General | 20 Aug

¿Puede levantar pesas frenar tu reloj biológico?

Esa pregunta ya no es ciencia ficción: estudios recientes muestran que el entrenamiento de fuerza podría ser la clave para retrasar el envejecimiento celular.


Esa pregunta ya no es ciencia ficción: estudios recientes muestran que el entrenamiento de fuerza podría ser la clave para retrasar el envejecimiento celular. Y no hablamos de magia, sino de datos concretos que la revista Biology acaba de publicar.

Investigadores analizaron por primera vez cómo la constancia en el entrenamiento de fuerza afecta la longitud de los telómeros, esas “tapas” protectoras al final de los cromosomas. A medida que envejecemos, estos telómeros se acortan, aumentando el riesgo de enfermedades y envejecimiento prematuro. Mantenerlos largos está asociado a un estilo de vida saludable, mientras que hábitos poco cuidados aceleran su desgaste.

Sabes cuál es la duración óptima de un entrenamiento de fuerza? La ciencia  habla

El estudio se basó en información de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos (NHANES), revisando datos de 4.814 personas de entre 20 y 69 años, incluyendo muestras biológicas y registros de actividad física. El objetivo: ver si quienes hacen ejercicios de fuerza tienen telómeros más largos que quienes no.


Cómo lo hicieron


Los investigadores controlaron factores como edad, sexo, raza, nivel de ingresos, tamaño del hogar, índice de masa corporal y tabaquismo. Usaron análisis estadísticos sofisticados para aislar el efecto real del entrenamiento de fuerza sobre la longitud de los telómeros.


Qué encontraron


Quienes practicaban al menos 90 minutos semanales de ejercicios de fuerza tenían telómeros significativamente más largos, lo que equivaldría a casi cuatro años menos de envejecimiento biológico. Y si se aumentaba a 180 minutos semanales, la diferencia podía llegar a casi ocho años menos. Por cada 10 minutos extra de fuerza por semana, los telómeros ganaban en promedio 6,7 pares de bases, un número relevante considerando que se pierden 15,5 pares por año.

Lo sorprendente: la actividad física moderada o intensa que no incluía fuerza no mostró el mismo efecto. Además, factores como el tamaño del hogar influían levemente, pero el nivel de ingresos no mostró relación clara con la longitud de los telómeros.


Qué conviene hacer


Según Albert Matheny, especialista de SoHo Strength Lab, aunque los datos del estudio se basaron en reportes autodeclarados y sin un protocolo exacto de levantamiento de pesas, la tendencia es clara: más entrenamiento de fuerza, telómeros más largos. Para arrancar, recomienda ejercicios de peso corporal que trabajen grandes grupos musculares, como sentadillas y zancadas, sin necesidad de equipamiento.

El mensaje es simple: sumar entrenamiento de fuerza a tu rutina no solo fortalece músculos, también puede ser un aliado silencioso contra el envejecimiento biológico. Cada minuto que sumás frente a las pesas cuenta, y tu ADN lo va a notar.

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