martes 9 de septiembre de 2025 - Edición Nº5278

Información General | 20 Aug

Frases tóxicas a hijos que dejan huella: qué dicen los expertos

¿Alguna vez te preguntaste si lo que le decís a tu hijo puede marcar su vida sin que te des cuenta? Lo que parece un comentario al pasar.


¿Alguna vez te preguntaste si lo que le decís a tu hijo puede marcar su vida sin que te des cuenta? Lo que parece un comentario al pasar, un reproche o un grito, puede dejar huellas profundas en su autoestima y vínculos futuros. Los expertos coinciden: las palabras que usamos con nuestros hijos importan más de lo que creemos.


La comunicación moldea más que mensajes


“La manera en que hablamos con nuestros hijos moldea su mundo interno. No solo educamos con lo que decimos, sino también con cómo lo decimos”, asegura Andrea Abadi, médica psiquiatra infanto juvenil. Según la especialista, el tono, la intención y el momento en que usamos la palabra tienen un peso enorme en el desarrollo emocional y social de los chicos.

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Para Lorena Ruda, psicóloga especialista en crianza, “si hablamos en contextos de gritos o enojo, lo que decimos probablemente solo haga sentir mal al hijo”. El impacto no está solo en el contenido, sino también en la situación: comparaciones, etiquetas y críticas repetidas pueden afectar su identidad.


Frases tóxicas que conviene evitar


Los expertos destacan algunas expresiones que, aunque comunes, pueden dejar huellas difíciles de borrar:

  • “¿Por qué no podés ser como tu hermano?” → Comparaciones que generan inferioridad.

  • “Me vas a volver loco” → Carga emocional que el niño no puede sostener.

  • “Sos un vago / caprichoso / desobediente” → Las etiquetas se internalizan y moldean la identidad.

  • “Si no hacés esto, no te quiero más” → Instala miedo al abandono y afecta vínculos.

  • “Callate / No llores / No es para tanto” → Inhibe la expresión emocional.

  • “Porque lo digo yo” → Desalienta el diálogo y el pensamiento crítico.

Otros comentarios como “Siempre hacés lo mismo”, “Sos un desastre” o “No comas eso porque vas a engordar” también pueden distorsionar la autoestima y la percepción del mundo que el niño construye.


Impacto a largo plazo


Ruda explica que las frases tóxicas se apropian de la identidad del niño: “Lo acarrean en la adultez, muchas veces sin cuestionarse si era algo pasajero o permanente”. Luccisano, psiquiatra infanto juvenil, agrega que las etiquetas y chantajes generan confusión y desconfianza en los vínculos. Por eso, recomienda comunicación clara, empática y consistente.


Cómo poner límites sin dañar


Los expertos coinciden: poner límites es necesario, pero el cómo importa. Abadi sugiere usar frases breves, firmes, respetuosas y validar emociones. Luccisano agrega que pedir disculpas cuando se comete un error enseña responsabilidad emocional y fortalece el vínculo. Para Ruda, las amenazas no corrigen, pero sí marcan consecuencias claras: “No es lo mismo decir ‘si no hacés la tarea no salís’ que ‘para salir hay que hacer la tarea’”.

La clave está en tomar conciencia del peso de cada palabra. Nadie nace sabiendo ser padre o madre, pero con atención, conciencia emocional y comunicación respetuosa, se puede minimizar el daño de las frases tóxicas a hijos y construir vínculos que duren toda la vida.

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