

En medio de una creciente tensión entre el sector universitario y el Gobierno nacional, los docentes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) definieron un nuevo esquema de medidas de fuerza que afectará el dictado de clases durante las próximas semanas. El conflicto, que se enmarca en el reclamo por salarios dignos y financiamiento adecuado, adquiere mayor intensidad tras el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, una decisión fuertemente cuestionada por los gremios.
El cronograma incluye paros de 48 horas programados para los días 21 y 22, 26 y 27 de agosto, y 1° y 2 de septiembre, junto con asambleas y acciones de visibilización en todo el país, impulsadas por la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu). En La Plata, la Asociación de Docentes de la UNLP (ADULP) tendrá un rol clave al definir las modalidades locales de protesta, que serán evaluadas en una Asamblea General Extraordinaria convocada para este viernes.
La estrategia gremial no se limita a los paros: también se prepara la tercera Marcha Federal Universitaria, prevista tentativamente para la tercera semana de septiembre. El objetivo es mantener la presión y dar mayor alcance nacional al reclamo. Además, el 28 de agosto, día en que el Senado debatirá la ley vetada, Conadu realizará un acto frente al Congreso para exigir el acompañamiento legislativo.
El secretario general de Conadu, Carlos De Feo, destacó que es fundamental “mantener un alto grado de movilización” ante la falta de respuestas oficiales. En tanto, el plenario de secretarios generales volverá a reunirse a principios de septiembre para analizar la continuidad del plan de lucha, con la advertencia de que las medidas podrían intensificarse si no se logran avances en la negociación.