

La interna entre los ídolos de Boca Juniors sigue sumando capítulos. En esta ocasión, el cruce tuvo como protagonistas a Sebastián Battaglia, ex entrenador y figura histórica del club, y a Raúl Cascini, integrante del Consejo de Fútbol.
La polémica comenzó cuando Battaglia recordó públicamente las formas en las que fue notificado de su despido: en una estación de servicio, tras recibir un llamado mientras regresaba de un entrenamiento en Ezeiza. Según el ex DT, nunca existieron disculpas por parte de los directivos por esa situación.
Las declaraciones no pasaron desapercibidas. Cascini le respondió al señalar que Battaglia debía ser “más agradecido” por la oportunidad de dirigir al primer equipo, dejando entrever que había sido un pedido cumplido por parte de Juan Román Riquelme. Incluso llegó a remarcar que, en lo personal, solo lo saludaría sin pedir explicaciones.
Lejos de retroceder, Battaglia volvió a contestar: “No soy un desagradecido. Lo de la salida en la YPF es real, al que le duela que se haga cargo”. Sus dichos profundizaron la grieta entre los referentes que marcaron una época dorada en el club.
En paralelo a esta disputa, el nombre de Battaglia comenzó a sonar en el plano político. El dirigente opositor Jorge Reale lo mencionó como posible integrante de su proyecto deportivo de cara a las elecciones de 2027. Si bien no existe definición, el propio Battaglia admitió que hubo charlas preliminares: “Siempre me motiva Boca, es mi casa. Venimos hablando, proyectando cosas para más adelante”, afirmó.
El panorama opositor se sigue ampliando, con otros actores como Augusto Di Giovanni, empresario marplatense, que ya oficializó su candidatura con críticas directas a la gestión de Riquelme. A falta de dos años para los comicios, el escenario político de Boca ya comenzó a configurarse, con los ídolos otra vez en el centro del debate