

¿Te pasó que querés cocinar pollo y siempre termina seco? No sos el único. El secreto para que quede jugoso y tierno está en algo muy sencillo que probablemente tengas en tu heladera: el yogur. Esta técnica, muy usada en Estados Unidos, transforma la textura de la carne magra y además le da un sabor único. Lo mejor: solo necesitás 3 ingredientes aparte del yogur para un resultado espectacular.
El pollo marinado en yogur es la solución para que las pechugas y muslos no queden duros. El ácido láctico del yogur descompone las proteínas de la carne, logrando que cada bocado sea suave y jugoso. Para potenciar el sabor, sumale un cítrico como limón, lima o naranja y un par de dientes de ajo picados. La combinación es simple, pero sorprendentemente deliciosa.
Preparar la marinada: mezclá 1 taza de yogur natural sin azúcar con el jugo y la ralladura de 1 limón y 2 dientes de ajo picados. Agregá sal y pimienta al gusto.
Marinar el pollo: cubrí 4 muslos o pechugas de pollo con la mezcla y dejalos en la nevera mínimo 1 hora. Lo ideal es de 4 a 8 horas para que absorba todos los sabores.
Cocinar: calentá una plancha o sartén a fuego medio-alto, retirá el exceso de marinada y cociná el pollo 7-8 minutos por lado, hasta dorar bien. Dejalo reposar 2-3 minutos antes de servir.
El resultado es un pollo jugoso, tierno y con un aroma increíble a limón y ajo. Perfecto para una cena rápida o para sorprender a tus invitados sin complicarte demasiado.
Podés agregar hierbas frescas como cilantro, perejil o menta para un toque fresco.
Los muslos cocidos se conservan en la nevera 2-3 días; recalentalos solo una vez para mantener la jugosidad.
Esta receta rinde para 4 porciones, ideal para compartir en familia o con amigos.
Calorías: 310 kcal
Proteínas: 35 g
Grasas: 15 g
Carbohidratos: 5 g
Con solo 3 ingredientes más el yogur, podés pasar de un pollo seco a una receta de nivel gourmet en minutos. Lo bueno es que esta técnica funciona tanto para muslos como para pechugas, y no necesitás ser chef para lograr un resultado perfecto. Ahora que conocés el truco, tu próximo pollo va a ser la estrella de la mesa.