

¿Se puede sostener el amor después de años de convivencia, hijos y rutina? Esa es la duda que más aparece en los matrimonios duraderos. Lo que empieza con entusiasmo muchas veces se apaga sin que nadie se dé cuenta. Y ahí surge la pregunta incómoda: “¿Cuándo nos desconectamos?”.
El psicólogo Mark Travers, de la Universidad de Cornell, explica que la clave no está en vivir como si todo fuera una novela romántica, sino en generar hábitos que fortalezcan la relación. En una columna publicada en Forbes, propone tres preguntas que pueden marcar la diferencia entre parejas que se apagan y las que siguen creciendo juntas.
En matrimonios duraderos, sostener el amor no depende solo del compromiso. Según Travers, lo importante es mantener el interés en la vida del otro. Un estudio con más de 300 adultos casados mostró que quienes siguen curiosos por los sueños, pasiones e intereses de su pareja logran mayor cercanía emocional y satisfacción.
Pequeños gestos, como preguntar “¿qué te ilusiona ahora?” o “qué cambios sentís en vos mismo”, ayudan a mantener vivo el vínculo. En palabras simples: si la pareja no evoluciona junta, termina caminando en paralelo.
El amor puede estar, pero si los proyectos no coinciden, la relación se enfría. Travers señala que la desconexión no siempre se da por falta de afecto, sino por perder una dirección común.
Una revisión publicada en Epidemiology and Health encontró que la estabilidad de los matrimonios duraderos se apoya en valores compartidos, buena comunicación, compromiso y tiempo de calidad. Por eso, los psicólogos recomiendan sentarse al menos una vez al año a revisar metas y prioridades. Ajustar el rumbo evita choques silenciosos que con el tiempo se vuelven grietas.
El conflicto no destruye, lo que daña es cómo se maneja. Travers menciona un estudio con 90 parejas que llevaban más de 40 años juntas. Las estrategias más efectivas para resolver discusiones fueron: escuchar con intención, regular la intensidad del enojo y comunicarse sin culpas.
Los psicólogos remarcan que discutir bien no solo cuida la relación, también la salud. Investigaciones a largo plazo muestran que la ira sostenida aumenta problemas cardíacos y que el distanciamiento emocional se refleja en dolores físicos.
Las tres preguntas no son mágicas, pero sí herramientas concretas para quienes quieren sostener el amor en el tiempo. Recuperar la curiosidad, revisar el futuro en común y aprender a discutir sin lastimar son pilares que, según los expertos, ayudan a que los matrimonios duraderos se mantengan fuertes.