

¿Qué pasó para que, después de tantos años, el nombre de Ayelén Paleo vuelva a ocupar portadas en todos los medios? La historia que parecía enterrada resurgió con fuerza, y no por un tema artístico, sino por un caso policial que golpea de lleno a su familia.
El miércoles a la tarde, la madre de Paleo, Elizabeth Rodrigo, fue detenida en la Ciudad de Buenos Aires. La acusan de integrar una red de trata de personas y explotación sexual que operaba con base en La Plata. Según la investigación, su rol era clave: se encargaba de sacar las fotos de las víctimas para luego publicarlas en sitios web.
La noticia generó impacto porque el apellido Paleo estaba prácticamente fuera del radar mediático desde aquel romance mediático con Santiago Bal. En medio de este escándalo, la bailarina eligió el silencio y no dio declaraciones. Sin embargo, quien sí habló —y fuerte— fue Carmen Barbieri, expareja de Bal, que no dudó en vincular lo ocurrido con un viejo enfrentamiento.
La conductora aseguró que lo que está pasando es una especie de “justicia divina”. Recordó que en aquel entonces, tanto Paleo como su hermano, Federico, habrían amenazado por teléfono a su mamá. “Pienso que Ayelén debe estar sufriendo como yo sufrí en ese momento. Santiago no soportaría un disgusto así”, disparó.
Ante esas acusaciones, las cámaras fueron a buscar a Federico. El fotógrafo y bailarín, que comparte una academia de tango con su hermana en Flores, negó todo. “Eso no es verdad, estás equivocado. No tengo nada que ver. Espero que se aclare todo y nada más”, contestó, visiblemente incómodo. También dejó claro que, pese a la polémica, la familia está “más unida que nunca”, aunque tanto él como Ayelén cerraron sus cuentas de Instagram.
El cruce con Barbieri no terminó ahí. Ella fue más allá y dijo que en su momento tuvo que hacer denuncias por esas supuestas amenazas, que la situación fue “un año movidito” y que nunca pudo tener un diálogo con Paleo. Incluso, remató con ironía: “Que se haga justicia divina. Siéntate en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”.
Mientras tanto, el futuro judicial de Elizabeth Rodrigo es incierto. La investigación recién comienza y las autoridades deberán determinar si realmente fue parte activa de la red de explotación. Desde el entorno de Ayelén y Federico prefieren no hablar más, aunque el tema ya quedó instalado en la agenda mediática.
El regreso de un apellido olvidado, las viejas heridas con Carmen Barbieri y las nuevas acusaciones mantienen abierta la intriga. Lo único seguro es que la historia todavía no terminó, y habrá más capítulos en los próximos días.