

¿Sabías que la Antártida guarda secretos que pocos conocen? Este continente blanco, que solemos imaginar solo como un desierto de hielo, esconde historias y fenómenos sorprendentes que desafían todo lo que creemos saber. Desde volcanes activos bajo el hielo hasta nacimientos humanos, la Antártida sorprende a científicos y curiosos por igual.
Con casi 14 millones de kilómetros cuadrados, menos del 1% de la Antártida está libre de hielo. Pero detrás de ese manto blanco se esconden curiosidades científicas que muestran un continente mucho más dinámico y fascinante de lo que parece.
La Antártida no siempre fue un páramo helado. Según la Enciclopedia Britannica, hace millones de años estaba cubierta por densos bosques de coníferas y araucarias, similares a los bosques tropicales actuales. Incluso se han encontrado restos de polen de Nothofagus, un arbusto que hoy crece en zonas templadas, lo que revela que la flora del continente fue mucho más diversa de lo que vemos hoy.
Aunque parece tranquila, la Antártida tiene volcanes activos bajo su hielo. El monte Erebus, en la isla de Ross, es uno de los más conocidos y mantiene lagos de lava que se monitorean desde la estación antártica McMurdo. Entre 1967 y 1970, una erupción en la Isla Decepción incluso destruyó instalaciones científicas, recordando que este continente blanco puede ser peligroso y sorprendente a la vez.
Otro fenómeno curioso es que la Antártida no tiene hora oficial. Cada estación de investigación elige su huso horario según lo que les convenga. Así, el continente puede tener múltiples horas a la vez, dependiendo de la ubicación de los equipos científicos.
Aunque suene increíble, también nacen bebés en el continente blanco. El primer registro fue Emilio Marcos Palma, nacido el 7 de enero de 1978 en la Base Esperanza, bajo control argentino. Desde entonces, otros diez bebés nacieron en distintas bases durante la década de 1980. Esto demuestra que, incluso en el lugar más frío del planeta, la vida humana puede abrirse camino.
El clima de la Antártida es uno de los fenómenos más extremos de la Tierra. Según el Museo de Historia Natural de Estados Unidos, los vientos pueden superar los 160 km/h en invierno y llegar hasta 320 km/h en ventiscas. Estudiar estas condiciones es clave para entender cómo sobrevive la vida en un entorno tan hostil.
Por último, la Antártida es el continente más alto del planeta. La altitud media ronda los 2.200 metros, y en la Antártida Oriental el hielo puede alcanzar los 3.500 metros. El Macizo Vinson, con 4.892 metros, es su punto más alto y fue descubierto en 1935 por Lincoln Ellsworth.
La Antártida es mucho más que nieve y frío. Sus curiosidades científicas, volcanes, fenómenos naturales y hasta nacimientos humanos muestran un continente lleno de secretos que aún estamos por descubrir. Y esto es solo la punta del iceberg…