miércoles 3 de septiembre de 2025 - Edición Nº5272

Información General | 2 Sep

Hongos, frutos secos y lácteos ayudan a cuidar la memoria en mayores de 65

¿Sabías que lo que comemos puede marcar la diferencia en nuestra memoria y atención a medida que envejecemos?


¿Sabías que lo que comemos puede marcar la diferencia en nuestra memoria y atención a medida que envejecemos? Un estudio reciente revela cómo tres grupos de alimentos podrían ayudar a proteger la función cognitiva en mayores de 65 años con múltiples enfermedades. La clave está en ciertos alimentos, y los detalles del análisis científico sorprenden.

Investigadores de la Southern Medical University y la Universidad de Pekín estudiaron a 3.443 adultos mayores con multimorbilidad, es decir, que tenían dos o más enfermedades crónicas. Usaron datos de la Encuesta Longitudinal de Longevidad y Salud de China de 2017 y 2018, evaluando la frecuencia de consumo de 13 grupos de alimentos y la función cognitiva mediante el Mini-Mental State Examination (MMSE).

Los grupos alimenticios y su clasificación | Nestlé Family Club

Lo interesante es cómo conectaron la dieta con la salud cerebral: aplicaron un análisis científico de redes, donde cada alimento y cada capacidad cognitiva se representa como un nodo. Las conexiones muestran qué alimentos influyen más en distintas habilidades mentales y cuáles funcionan como “puentes” entre la dieta y la mente.


Los alimentos que marcan la diferencia


Entre todos los alimentos, tres se destacaron: hongos, productos lácteos y frutos secos. Según el estudio, los hongos y algas ocupan el lugar central en la red, mientras que los lácteos y frutos secos también aportan un papel clave en la protección de la función cognitiva.

Otros hallazgos interesantes: las frutas frescas se vinculan especialmente con la orientación, mientras que las verduras influyen menos en la red global. Además, ciertas capacidades como el lenguaje y la orientación, junto con el consumo de frutos secos, funcionan como síntomas puente, conectando distintos grupos de alimentos con habilidades cerebrales.


Cómo aplicarlo en la vida diaria


Aunque este estudio no puede afirmar de forma directa que estos alimentos mejoren la función cognitiva, los investigadores sugieren que incluir hongos, frutos secos y lácteos en la dieta podría ayudar a mantener la memoria y la atención. Pequeños cambios, como agregar nueces al yogur o hongos en las comidas, son estrategias accesibles para cuidar la mente mientras envejecemos.

El envejecimiento global y la multimorbilidad aumentan el riesgo de deterioro cognitivo y demencia, afectando la independencia y calidad de vida de millones de personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que en 2021 había 57 millones de personas con demencia en todo el mundo, con casi diez millones de casos nuevos cada año. Por eso, adoptar hábitos alimentarios más saludables se vuelve una herramienta sencilla y eficaz para favorecer un envejecimiento cerebral más saludable.

En conclusión, aunque faltan más estudios para confirmar estos vínculos a largo plazo, incorporar hongos, frutos secos y lácteos en la dieta diaria emerge como una opción concreta para cuidar la función cognitiva en mayores de 65 años. Y lo mejor: es algo que cualquiera puede empezar a hacer desde hoy.

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