

La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se convirtió esta semana en escenario de una nueva manifestación que refleja la creciente tensión entre el sistema universitario y el Gobierno nacional. Tras el paro del lunes, los docentes profundizaron la medida de fuerza con una jornada de protesta en el Rectorado, acompañada de volanteadas y cese parcial de actividades.
La convocatoria estuvo encabezada por el Frente Gremial de la UNLP, integrado por la Asociación de Docentes de la UNLP (ADULP), la Asociación de Trabajadores de la UNLP (ATULP) y la Federación Universitaria La Plata (FULP). Allí remarcaron que el objetivo central es visibilizar la emergencia salarial, presupuestaria y estudiantil que atraviesan las universidades nacionales.
El reclamo no se limita a un aumento de haberes. Los docentes exigen recomposición salarial, apertura de paritarias libres y un incremento del presupuesto universitario, demandas que consideran esenciales para sostener el funcionamiento del sistema de educación superior. La situación se enmarca en un contexto de crisis económica e inflación, con aumentos de bienes y servicios que golpean de lleno a la comunidad educativa.
Desde ADULP subrayaron que el plan de lucha continuará hasta alcanzar respuestas concretas por parte de la administración nacional. En ese sentido, llamaron a fortalecer la articulación con estudiantes, trabajadores no docentes y otros gremios, como una estrategia para sostener el conflicto y resistir posibles medidas de ajuste del gobierno.
El paro en la UNLP no es un hecho aislado, sino parte de un proceso más amplio: las universidades públicas del país atraviesan una coyuntura marcada por la falta de financiamiento y la pérdida del poder adquisitivo de sus docentes. En este escenario, la protesta de La Plata simboliza la defensa de un modelo de educación pública, gratuita y de calidad que hoy se encuentra amenazado.