

¿Volviste a la oficina y ya no sabés qué meter en el táper? Te pasa a vos, le pasa a todos: después de las vacaciones, lo último que queremos es rompernos la cabeza pensando qué comer. Pero ojo, no tiene por qué ser un drama. Hay recetas fáciles, rápidas y saludables que podés preparar en casa y llevar al trabajo sin caer siempre en la milanesa fría o el sándwich improvisado.
Acá va un menú completo de cinco comidas caseras que te van a simplificar la semana. Lo mejor: son ricas, se bancan el táper y no necesitás ser chef para armarlas.
Un clásico de la cocina india en versión exprés. Con pollo en cubos, especias, tomate triturado y un toque de yogur o leche de coco, en menos de media hora tenés un plato jugoso y distinto para cortar la rutina. Acompañalo con arroz blanco y listo: táper resuelto.
Ideal si querés sumar pescado sin complicarte. Solo necesitás atún, cebolla, ajo y aceite de oliva. Se cocina lento, para que el jugo de la cebolla envuelva al pescado y quede tierno. En pocos pasos, tenés un plato reconfortante y práctico para llevar.
Las famosas “lentejas viudas”, sin carne pero cargadas de sabor. Con un sofrito de cebolla, ajo, pimiento y tomate más un buen pimentón, conseguís un guiso liviano pero rendidor. Perfecto para esos días de más frío donde un plato de cuchara en la oficina te salva el ánimo.
Fresca, rápida y versátil. Hervís la pasta integral, le sumás tomate, lechuga, aceitunas y unas gambas salteadas. El toque final es un aliño de limón y aceite de oliva. Se come fría y no pierde sabor aunque la guardes desde la noche anterior.
Si querés sorprender, esta receta es un golazo. El solomillo se corta en medallones y se dora rápido. Después se baña en una salsa cremosa de queso azul con nata. Se lleva bien con arroz, papas o ensalada. Gourmet, pero práctico para el táper de la semana.
Armar un menú semanal con estas recetas te evita improvisar y caer en opciones poco saludables. Los tápers para llevar no tienen por qué ser aburridos: con un poco de organización, podés comer rico, variado y bien todos los días.
¿Querés un plus? Prepará el domingo dos recetas de base (por ejemplo, las lentejas y el pollo) y combinalas con guarniciones distintas. Así ganás tiempo y mantenés variedad.