

¿Alguna vez te preguntaste cómo un desayuno puede ser rápido, delicioso y saludable al mismo tiempo? La respuesta está en una tostada de queso cottage, una opción que combina proteínas, frescura y sabor en un solo plato. Lo mejor: podés prepararla en menos de 15 minutos y sorprender a todos en la mesa.
El queso cottage es uno de esos ingredientes que hacen que comer saludable sea más fácil de lo que imaginás. Es bajo en grasa, rico en proteínas y se mezcla con casi todo: verduras frescas, hierbas y hasta semillas. Además, este plato es ideal para cualquier momento del día: desayuno, merienda o snack.
1 rebanada de pan rústico
1/4 taza de queso cottage
4 tomates cherry, cortados en cuartos
1 cebolleta, solo la parte verde, cortada en rodajas
1/8 cucharadita de sal en escamas (opcional)
Precalentá el horno a máxima potencia y colocá la rejilla en el medio.
Poné la rebanada de pan directamente sobre la rejilla hasta que se dore un lado (2-3 minutos).
Dále vuelta al pan sobre una bandeja para hornear.
Cubrí la superficie con el queso cottage, distribuyendo bien.
Agregá los tomates cherry y la cebolleta encima del queso.
Llevá al horno y gratiná entre 3 y 6 minutos, hasta que los bordes se doren.
Pasá la tostada a un plato, espolvoreá la sal si querés y serví de inmediato.
Cada horno es distinto: vigilá la tostada mientras gratinás.
Añadí la sal justo antes de servir para mantener la textura del queso cottage.
Preparación de ingredientes: 3 minutos
Asado del pan y vegetales: 5 minutos
Montaje y gratinado final: 4 minutos
Tiempo total: 12 minutos
Calorías: 180 kcal
Proteínas: 10 g
Grasas: 4 g
Carbohidratos: 25 g
Fibra: 2 g
Azúcares: 4 g
Sodio: 300 mg
Estas cifras pueden variar según el pan o el queso que uses, pero te dan una idea de lo saludable que es esta opción.
Lo ideal es comer la tostada recién hecha, con el pan crujiente y los vegetales frescos. Si necesitás preparar algo con antelación, guardá los ingredientes por separado hasta 24 horas y armá la tostada justo antes de gratinar.