

¿Alguna vez te preguntaste cómo viven los más ricos del mundo cuando el lugar donde quieren estar es diminuto? Mónaco, enclavado en la Riviera Francesa, enfrenta hoy un desafío que parece imposible: millones de dólares apilados en apenas dos kilómetros cuadrados. La superpoblación de millonarios convierte al Principado en un territorio donde el espacio habitable escasea hasta para los más pudientes.
Más del 30% de los residentes de Mónaco son millonarios, según reporta la BBC. Eso lo transforma en el país con la mayor concentración de riqueza por metro cuadrado del planeta. La consecuencia: edificios que se elevan hacia el cielo, cada rincón aprovechado, y turistas que saturan hoteles y calles durante la temporada alta.
¿Por qué tanta gente rica quiere vivir allí? Mónaco ofrece más que lujo: seguridad, estabilidad política y calidad de vida. Pero el gran imán es fiscal: hace más de 150 años, el Príncipe Carlos III eliminó el impuesto sobre la renta de personas físicas. Eso significa que quienes residen allí no pagan impuestos sobre salarios, inversiones o herencias, algo que en la mayoría de países europeos alcanza hasta el 45%. Además, Mónaco, aunque comparte la moneda euro y pertenece a la zona Schengen, mantiene autonomía sobre sus reglas tributarias, un lujo que pocos territorios pueden ofrecer.
El clima benigno, los casinos históricos, la vida nocturna exclusiva y la cercanía al Mediterráneo completan la ecuación. Sin embargo, encontrar un hogar es cada vez más difícil. Rodeado por Francia y el mar, Mónaco no puede expandirse por tierra firme, lo que dispara los precios: un metro cuadrado puede superar los 40.000 dólares, y algunos áticos alcanzan los 335 millones de euros.
Para responder a la escasez de espacio habitable, el Principado apostó a crecer hacia el mar con el proyecto Mareterra. Inaugurado en 2024, este barrio de lujo sobre seis hectáreas ganadas al Mediterráneo incluye apartamentos, villas, marinas y comercios selectos. Todo sustentado con estructuras de hormigón y un diseño pensado para combinar innovación y exclusividad, siguiendo la tradición de expansión marítima de Mónaco iniciada en 1907.
Mareterra también intenta ser sostenible: paneles solares, estaciones de vehículos eléctricos, árboles y relieves para favorecer la vida marina. Pero ambientalistas alertan sobre el impacto en la biodiversidad costera, la pesca y la erosión. El debate sigue abierto.
Aun así, los precios parten desde 100.000 euros por metro cuadrado, dejando claro que, aunque el Principado encuentra soluciones para la superpoblación de millonarios, el lujo sigue siendo inalcanzable para la mayoría. En Mónaco, la riqueza se acumula y el espacio habitable escasea, una combinación que convierte a este pequeño paraíso de la Riviera Francesa en un fenómeno único en el mundo.