

¿Alguna vez te preguntaste por qué el dolor de espalda parece no desaparecer, aunque sigas consejos de amigos o redes sociales? La verdad es que muchas de las ideas que circulan son mitos que terminan jugando en contra de tu bienestar. La neurocirujana Meghan Murphy, del sistema de salud Mayo Clinic, explica cuáles son los errores más frecuentes y cómo evitarlos para cuidar tu columna.
Creer que cargar objetos pesados siempre provoca dolor es uno de los errores comunes más extendidos. Según Murphy, lo importante no es solo el peso, sino cómo lo levantás. Además, factores como el sedentarismo, la mala postura, el sobrepeso y la genética son los que realmente aumentan el riesgo de molestias.
El reposo total no es la solución. Si bien unos días de descanso pueden ayudar después de una distensión, estar mucho tiempo inactivo suele empeorar el dolor de espalda. Caminar, nadar o hacer ejercicios suaves mantiene los músculos activos y acelera la recuperación.
No todos los dolores de espalda son síntoma de una enfermedad seria. La mayoría se debe a distensiones o esguinces musculares, y la mayoría de los casos mejora solo, sin necesidad de tratamientos complejos.
Evitar el movimiento es contraproducente. Actividades adaptadas fortalecen el tronco, mejoran la flexibilidad y contribuyen al bienestar general. La clave está en ajustar la intensidad al dolor y consultar al médico si no hay mejoría.
Otro mito es pensar que la cirugía es la única opción. En la mayoría de los casos, fisioterapia, medicación, inyecciones y cambios en el estilo de vida son suficientes. La operación se reserva para casos específicos, como dolor intenso nocturno o problemas de movilidad.
No hay un colchón “ideal” para todos. Lo importante es encontrar uno que combine comodidad y soporte según tus necesidades. Esto ayuda a reducir la presión sobre la columna y mejorar la calidad del sueño.
Pasar horas encorvado frente a la compu o el celular genera sobrecarga muscular y articular. Mantener una postura correcta y usar muebles ergonómicos es fundamental para prevenir el dolor de espalda y mejorar el bienestar diario.
Separar los mitos de la realidad es clave para cuidar tu espalda. Mantener actividad física, controlar el peso, fortalecer el tronco y elegir correctamente tu colchón son pasos simples que hacen una gran diferencia. Ahora, la gran pregunta: ¿estás aplicando estos consejos sin darte cuenta de los errores comunes que podrían estar empeorando tu dolor? La respuesta puede sorprenderte…