miércoles 10 de septiembre de 2025 - Edición Nº5279

Información General | 9 Sep

Uso adictivo de pantallas: cómo impacta en la salud mental de los adolescentes

¿Alguna vez pensaste que las pantallas podían afectar mucho más que la vista o el sueño? Lo cierto es que el uso adictivo de pantallas en adolescentes no se limita a una mala postura o a pasar de largo la hora de dormir.


¿Alguna vez pensaste que las pantallas podían afectar mucho más que la vista o el sueño? Lo cierto es que el uso adictivo de pantallas en adolescentes no se limita a una mala postura o a pasar de largo la hora de dormir. Lo que la ciencia viene mostrando es bastante más preocupante: hablamos de impactos serios en la salud mental y hasta de riesgos de conductas suicidas.


Lo que encontró la ciencia


Un estudio publicado en JAMA Pediatrics siguió a más de 4.000 chicos en Estados Unidos durante cuatro años. El equipo de Yunyu Xiao de la Universidad de Cornell observó que casi la mitad de los adolescentes mostraba patrones de uso adictivo de redes sociales, videojuegos o celulares.

Abajo las pantallas. Now! – Mujeres Lideres

El dato clave es que no importa tanto cuántas horas pasan frente a la pantalla, sino cómo la usan. Los que desarrollan un uso cada vez más compulsivo tienen más del doble de chances de presentar conductas suicidas que quienes mantienen un uso bajo. En los videojuegos, los niveles más altos de consumo se vincularon con ansiedad y depresión.


Más allá del tiempo frente a la pantalla


Los especialistas explican que el problema no está sólo en “cuántas horas”, sino en la dependencia emocional y en cómo esa hiperconexión impacta en la vida diaria. Según el informe internacional Health Behavior in School-aged Children, coordinado por la OMS, uno de cada diez adolescentes ya ve afectadas sus relaciones, su rendimiento escolar y su bienestar emocional por las pantallas.

El psicólogo Francisco José Rivera, de la Universidad de Sevilla, señaló que los signos de alarma aparecen cuando un adolescente no puede concentrarse en otra cosa que no sea el celular, necesita revisar redes en todo momento o tiene un sueño desordenado.


Diferencias y edades críticas


El mismo relevamiento mostró que las chicas tienden a pasar más tiempo en redes sociales, mientras que los varones se enganchan más con videojuegos. También se identificó una etapa particularmente delicada: entre los 11 y 14 años, cuando el cerebro está en pleno desarrollo y la exposición digital suele ser mayor.


Qué pasa en el cerebro


La psiquiatra argentina Geraldine Peronace comparó el efecto de las pantallas en el cerebro infantil con el de una droga estimulante. La dopamina liberada en exceso puede generar patrones adictivos y una baja tolerancia a la frustración. Según la especialista, esto se relaciona con el aumento de trastornos psiquiátricos y con un dato alarmante: las tasas de suicidio adolescente que se dispararon en los últimos años.


Qué se puede hacer


Los expertos insisten en la prevención temprana. La Sociedad Española de Pediatría recomienda cero pantallas de 0 a 6 años y, para los más grandes, un uso limitado a no más de una hora diaria. También sugieren eliminar notificaciones constantes, activar el modo avión en ciertos momentos y fomentar actividades fuera de la pantalla.

El mensaje es claro: la tecnología llegó para quedarse, pero no hay que dejar que controle la vida de los chicos. Reconocer los signos de un uso adictivo y poner límites a tiempo puede marcar la diferencia para su salud mental.

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