miércoles 10 de septiembre de 2025 - Edición Nº5279

Información General | 10 Sep

Consenso europeo confirma que el estrés psíquico aumenta el riesgo cardiovascular

10:00 |¿Puede el estrés que sentimos todos los días dañar el corazón tanto como la hipertensión? Esa es la pregunta que abre un documento histórico de la European Society of Cardiology...


¿Puede el estrés que sentimos todos los días dañar el corazón tanto como la hipertensión? Esa es la pregunta que abre un documento histórico de la European Society of Cardiology (ESC), que acaba de publicar un consenso científico inédito. La conclusión es clara: el estrés psíquico no es solo un malestar emocional, también aumenta de manera real el riesgo cardiovascular.


Lo que cambia el consenso


El texto, coordinado por Héctor Bueno (España) y Christi Deaton (Reino Unido), reúne a especialistas de 19 países y está respaldado por organizaciones como la European Psychiatric Association y la International Society of Behavioral Medicine. Es la primera vez que la cardiología europea reconoce oficialmente que la salud mental y la salud del corazón están íntimamente conectadas.

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Según el documento, la práctica clínica tradicional dejó de lado el rol de la mente, concentrándose en factores clásicos como el colesterol o la hipertensión. Pero la evidencia acumulada muestra otra realidad: el estrés psíquico crónico, la ansiedad y la depresión pueden disparar un infarto con un riesgo similar al de la presión arterial alta.


Datos que preocupan


El consenso de la ESC señala que quienes sufren estrés crónico tienen hasta 2,5 veces más probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular. Esto ubica al estrés en el mismo nivel que los factores de riesgo de siempre.
Para que quede claro: un hipertenso no controlado tiene entre 2 y 3 veces más chances de sufrir un infarto. El estrés crónico genera un impacto comparable.

Además, el informe explica que la relación es bidireccional: el corazón enfermo también puede generar un estado mental negativo que empeora el cuadro. Se trata, entonces, de un círculo que afecta tanto a la salud como a la calidad de vida.


Cómo influye el estrés


El consenso científico detalla varios mecanismos:

  • Cambios en el sistema nervioso autónomo (desequilibrio entre simpático y parasimpático).

  • Alteraciones hormonales, con aumento de cortisol y adrenalina.

  • Activación de procesos inflamatorios en las arterias.

  • Hábitos nocivos que suelen acompañar al estrés, como fumar o beber alcohol.

A esto se suman factores sociales: presión laboral, violencia, aislamiento, problemas financieros o familiares. Todos pueden transformarse en detonantes silenciosos para el corazón.


Una nueva forma de atender el corazón


El documento propone crear equipos “Psico-Cardio”, integrados por cardiólogos, psicólogos y psiquiatras, para abordar la prevención y el tratamiento de manera conjunta. La idea es intervenir antes de que el estrés psíquico dispare un evento cardiovascular, pero también acompañar después de un infarto o una insuficiencia cardíaca.

El mensaje es fuerte: cuidar la mente es cuidar el corazón. Y no se trata solo de sobrevivir más tiempo, sino de vivir con mejor calidad de vida.

  • El estrés psíquico crónico es un factor de riesgo cardiovascular tan relevante como la hipertensión.

  • La European Society of Cardiology lo respalda en un consenso científico inédito.

  • Estados mentales positivos, como el optimismo, se asocian con menor riesgo de enfermedad cardíaca.

  • La salud mental y la salud del corazón se influyen mutuamente, por lo que los equipos médicos deben integrar ambas miradas.

La pregunta inicial ya tiene respuesta: sí, el estrés puede dañar el corazón. Y ahora, con el aval de la ESC, el desafío es que la medicina y la sociedad lo tomen en serio.

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