

¿Qué pasó realmente con Kristin Cabot en el show de Coldplay? Esa es la pregunta que miles se hicieron después de que la famosa kiss cam del Gillette Stadium la mostrara junto a su jefe, Andy Byron, en un momento que terminó siendo el centro de un escándalo internacional.
Lo que parecía una simple broma de estadio se convirtió en un fenómeno viral: más de 55.000 personas vieron en vivo la escena, luego replicada en redes sociales, e incluso el propio Chris Martin, líder de Coldplay, lanzó una ironía desde el escenario: “O están teniendo una aventura o son muy tímidos”.
Pero la historia no terminó ahí.
Meses después del episodio, Andrew Cabot, empresario y CEO de Privateer Rum, habló por primera vez. Lo hizo a través de un comunicado en el que aclaró que él y Kristin Cabot estaban “privada y amistosamente separados” semanas antes del concierto.
Además, confirmó que el divorcio ya estaba en marcha y pidió que “termine la especulación” para que su familia recupere la privacidad.
Los documentos judiciales confirman que Kristin Cabot presentó la demanda de divorcio en agosto de 2025 en Portsmouth, New Hampshire, tras un intento fallido de mediación.
El escándalo no solo afectó la vida privada de los Cabot. La empresa Astronomer, especializada en DataOps e inteligencia artificial, suspendió de sus cargos a Andy Byron y Kristin Cabot después de que el video recorriera el mundo. Ambos terminaron renunciando.
Sucesores en la compañía reconocieron en LinkedIn que la situación fue “inusual y surrealista”, marcando un antes y un después en la exposición pública de la firma.
En paralelo, Megan Kerrigan, esposa de Andy Byron, abandonó el hogar, devolvió el anillo de bodas y cerró sus redes sociales.
El divorcio no solo implica un quiebre sentimental: también hay un fuerte impacto económico. Andrew Cabot desciende de una de las familias más poderosas de Boston, con una fortuna estimada en 15.000 millones de dólares. El reparto de bienes todavía está en definición.
Por su parte, Andy Byron había llevado a Astronomer a contratos globales por más de 13.000 millones de dólares y poseía opciones accionarias de gran valor. No se sabe si llegó a ejercerlas antes de su salida.
Aunque el comunicado de Andrew Cabot buscó cerrar el tema, fuentes cercanas a la familia señalan que hasta poco antes del concierto la pareja mostraba una imagen pública de estabilidad. Una foto de 2024, donde Kristin luce su anillo junto a Andrew y sus hijos, todavía circula como prueba de esa versión.
El episodio de la kiss cam quedó instalado como uno de los escándalos más comentados del año, y dejó una pregunta sin resolver: ¿fue realmente una relación ya terminada o el show de Coldplay fue el punto de quiebre definitivo?