

¿Puede un partido resistir la ola de un movimiento que arrasa a nivel nacional? En la Primera sección electoral, la respuesta parece clara: sí. Vicente López y San Isidro se convirtieron en los refugios donde La Libertad Avanza logró consolidar su presencia, mientras otras comunas caían ante el peronismo. Pero, ¿cómo hicieron?
En Vicente López, bajo la gestión de Soledad Martínez, la lista local de La Libertad Avanza se impuso por más de 26,5 puntos sobre Fuerza Patria, y la boleta seccional alcanzó un margen similar de 25,7%. Este resultado no surgió por casualidad. Martínez, alineada con Jorge Macri, apoyó la alianza con los libertarios, mientras otros intendentes del PRO optaron por Somos. Gracias a un acuerdo estratégico, la intendenta tuvo la potestad de seleccionar a los dos primeros candidatos de la lista, lo que fortaleció su control político local.
En su mensaje de agradecimiento, Soledad Martínez se mostró con el sello PRO de fondo y aseguró: “No se ganan elecciones por una campaña. Se gana cuando se gobierna con resultados concretos, sin discursos ni zaraza”. Sus palabras reflejan la estrategia que permitió mantener firme a Vicente López ante un escenario nacional desfavorable para su espacio.
Algo similar ocurrió en San Isidro, donde la lista seccional libertaria ganó por más de 26 puntos y la local por más de 24. Desde la comuna a cargo de Ramón Lanús, destacaron que el resultado evidenció el compromiso del intendente con la alianza PRO-libertaria. Desde el inicio de su gestión, Lanús mostró sintonía con el mensaje del gobierno nacional y promovió activamente la cooperación entre su partido y los libertarios en la provincia.
Los resultados en estos distritos contrastan con otros municipios de la sección, como Tres de Febrero, donde La Libertad Avanza también consiguió un triunfo, pero con una ventaja mucho menor de alrededor de cuatro puntos frente al peronismo. Esto evidencia que, aunque la marca libertaria crece, los resultados más contundentes dependen de la gestión local y de los acuerdos estratégicos dentro del PRO.
El caso de Vicente López y San Isidro demuestra que las elecciones no solo se ganan con discursos o campañas, sino con alianzas políticas inteligentes y un historial de gestión que inspire confianza. La pregunta que queda abierta es si este modelo se replicará en otros municipios del conurbano o si estos bastiones se mantendrán aislados en un contexto nacional adverso para su espacio.
Con este panorama, queda claro que Soledad Martínez y Ramón Lanús lograron transformar sus comunas en fortalezas de La Libertad Avanza dentro del PRO, dejando en evidencia cómo la combinación de liderazgo local, acuerdos estratégicos y gestión concreta puede marcar la diferencia incluso cuando el resto del país sigue otra tendencia.