jueves 11 de septiembre de 2025 - Edición Nº5280

Información General | 11 Sep

Movete en tu día a día y reducí la grasa abdominal

15:00 |¿Sabías que podés mejorar tu salud sin ponerte a sudar como en el gimnasio? Muchos creen que entrenar físico significa rutinas intensas, ropa deportiva cara y horarios imposibles, pero la realidad es otra...


¿Sabías que podés mejorar tu salud sin ponerte a sudar como en el gimnasio? Muchos creen que entrenar físico significa rutinas intensas, ropa deportiva cara y horarios imposibles, pero la realidad es otra: los movimientos cotidianos también cuentan y pueden ayudarte a reducir la grasa abdominal.

Investigaciones recientes destacan que actividades simples, integradas en tu día a día, tienen beneficios reales. Sacar al perro, subir escaleras, limpiar la casa o trabajar en el jardín aportan mejoras metabólicas y cardiovasculares si se hacen con regularidad. Esto se conoce como “zona cero”, un concepto que puede cambiar la forma en que pensás tu entrenamiento físico.

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Qué es la “zona cero”


El término viene de la clasificación por zonas de frecuencia cardíaca en deportes. Mientras que las zonas del 1 al 5 se relacionan con diferentes intensidades, la zona cero queda por debajo de todas. Matt Roberts, entrenador personal y columnista de The Telegraph, explica: “La zona cero está por debajo de estas zonas tradicionales porque la frecuencia cardíaca nunca supera el 50 % de su máximo”. En otras palabras, no es un ejercicio estructurado, sino movimiento diario que suma.

Para calcular tu frecuencia cardíaca máxima, restá tu edad a 220. Si sos de 50 años, tu máximo serían 170 pulsaciones por minuto; cualquier actividad que mantenga el pulso por debajo de 85 pertenece a la zona cero. Pausas cortas caminando, tareas domésticas o jardinería son ejemplos perfectos.


Beneficios para el cuerpo


Estos movimientos no intensos interrumpen el sedentarismo y generan respuestas positivas. Estudios citados por The Telegraph muestran que quienes alternan periodos sentados con uno o dos minutos de movimiento ligero cada media hora tienen cintura más pequeña, triglicéridos bajos y mejor regulación de glucosa. Roberts agrega: “Caminar después de comer ayuda a estabilizar azúcar y lípidos, activa la circulación y mejora el sueño”. Así, tus músculos absorben glucosa y disminuyen los picos que contribuyen a la grasa abdominal.


Impacto en la mente


Moverse suave también mejora tu ánimo y concentración. Breves caminatas durante la jornada laboral aumentan la energía, motivación y creatividad. Según estudios de la Universidad de Stanford, paseos cortos estimulan la agilidad mental y la capacidad de alternar tareas. Incluso en el trabajo, caminar al mediodía reduce el nerviosismo y mejora el entusiasmo.


Fácil de incorporar


La zona cero es ideal si sos sedentario, te recuperás de una lesión o te intimida el gimnasio. Alyssa Olenick, científica y ultramaratonista, la recomienda como un paso simple para romper con el sedentarismo: “Los ‘snacks de ejercicio’—pequeñas caminatas cada hora—mejoran la salud metabólica, especialmente en personas muy inactivas”.

Sumar movimientos cotidianos es simple: levantarse cada 30 minutos, usar escaleras, caminar después de comer o hacer tareas de pie mientras mirás TV. Son hábitos fáciles, sostenibles y que realmente mejoran tu bienestar.

¿Querés saber cómo potenciar estos pequeños movimientos para que la grasa abdominal se reduzca más rápido y complementar tu entrenamiento físico sin esfuerzo extra?

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