

Por: Jonatan Anaquin
Ya sabemos hacia dónde va Street Fighter. La adaptación live-action del clásico juego de arcades traerá a los luchadores más emblemáticos a la vida real. Con fecha de estreno confirmada: el 16 de octubre de 2026, esta nueva versión está siendo co-producida entre Legendary, Capcom, y distribuida globalmente por Paramount Pictures, gracias a un acuerdo de distribución de tres años que acaba de arrancar con este film como primer título.
La cinta estará ambientada en 1993, el icónico año en que Street Fighter II aterrizó en arcades. Los protagonistas —Ryu y Ken— regresan para enfrentar un torneo mundial de guerreros, reclutados por la misteriosa Chun-Li, solo para descubrir que detrás del torneo se oculta una conspiración letal que los obliga a enfrentarse entre sí y con sus demonios del pasado.
Andrew Koji como Ryu, y Noah Centineo como Ken Masters
Callina Liang encarna a Chun-Li
De la WWE: Roman Reigns interpreta a Akuma, mientras que Cody Rhodes es Guile
50 Cent se convierte en el imponente Balrog y Jason Momoa da vida a Blanka
También se suman David Dastmalchian (M. Bison), Vidyut Jammwal como Dhalsim (su debut hollywoodense)
El reparto se completa con Orville Peck (Vega), Eric André (Don Sauvage), Andrew Schulz (Dan Hibiki), Mel Jarnson (Cammy), Hirooki Goto (E. Honda), Olivier Richters (Zangief), Rayna Vallandingham (Juli), Alexander Volkanovski (Joe), y Kyle Mooney (Marvin).
La producción inició en Australia en agosto de 2025 y la dirección está a cargo de Kitao Sakurai, con guion de Dalan Musson.
Este film no es solo un reboot cualquiera: es la primera entrega de una alianza de distribución global entre Legendary y Paramount, a través de la cual Legendary busca expandir su catálogo, construir nuevas franquicias y fortalecer su alcance mundial —un emocionante nuevo capítulo tras su separación de Warner Bros, que seguirá distribuyendo otros proyectos como Dune: Part Three y Godzilla x Kong: Supernova.
Como fanático y creador de este guion, no puedo más que emocionarme ante un proyecto con tanto potencial. La ambientación en 1993 y el enfoque en Street Fighter II conectan directamente con la nostalgia del público gamer clásico, mientras que el reparto diverso y cargado de estrellas —desde pesos pesados como Momoa y Rhodes, hasta talentos emergentes de Bollywood como Jammwal— promete una reinterpretación fresca, global y visualmente impactante. Además, pocas adaptaciones logran sumar tanta variedad de personajes icónicos sin caer en el exceso: este enfoque podría ser clave para entregar una experiencia memorable, entretenida y respetuosa con la mitología original. Con una narrativa que mezcla torneo, misterio y conflicto personal, el combo ideal está servido para que también la crítica y la taquilla digan “Game Over” pero en el mejor sentido.