

La noche en que Estudiantes recibió a River en el Estadio UNO no terminó en el pitazo final. Para decenas de periodistas y asistentes, el verdadero “partido” comenzó al salir y encontrarse con sus vehículos multados por la Municipalidad de La Plata.
La escena se repitió en las calles aledañas al estadio: autos con actas de infracción pegadas en los parabrisas. Entre los damnificados, trabajadores de prensa manifestaron su enojo y sorpresa, señalando que el club les había autorizado a estacionar allí, tal como ocurre desde el regreso de Estudiantes a su histórico estadio de 1 y 57 hace más de seis años.
Uno de los testimonios que más repercusión tuvo fue el del relator Damián Zárate, quien acusó directamente al intendente Julio Alak de querer “hacer caja” con las sanciones: "¿Qué carajo te pasa @Julio_Alak, que mandás a poner 50 multas a los que hace años ponemos el auto donde #EDLP nos dice que lo pongamos?".
Desde la Comuna respondieron con firmeza: “El club no tiene la potestad de autorizar dónde se estaciona. En su defecto, debe consultar al área de Tránsito, cosa que nunca hizo”. Además, remarcaron que los vehículos estaban sobre un espacio verde, en medio de un plan de recuperación y ordenamiento de estos lugares.
El episodio deja en evidencia la tensión entre la necesidad de ordenar el espacio público y la percepción de arbitrariedad que sienten quienes, durante años, usaron esas calles como estacionamiento sin recibir sanciones. La falta de comunicación previa y el cambio repentino en las reglas del juego potenciaron la bronca de periodistas e hinchas, que ahora exigen una solución o la anulación de las infracciones.