

¿Alguna vez te preguntaste cómo es posible un postre sin horno que combine chocolate cremoso y galletas crujientes? El turrón alemán o Kalter Hund tiene la respuesta, y su historia es tan interesante como su sabor. Este clásico navideño alemán surgió en la posguerra, con ingredientes simples y económicos, y hoy sigue conquistando mesas por su textura única y su practicidad.
El Kalter Hund, que significa “perro frío”, es un bloque de galletas intercaladas con chocolate que se enfría hasta quedar firme. No requiere cocción, por lo que es ideal para preparar con chicos o cuando el tiempo apremia. Su combinación de capas crujientes de galleta y chocolate suave lo hace irresistible, perfecto como postre navideño, para una merienda o un capricho de fin de semana.
Para hacer esta versión clásica necesitás solo cinco ingredientes básicos:
200 g de manteca
150 g de azúcar
60 g de cacao en polvo sin azúcar
100 ml de leche
200 g de galletas tipo María
Con estos ingredientes, vas a lograr aproximadamente 10 porciones, cada una con un aporte aproximado de 320 calorías, 20 g de grasa y 30 g de carbohidratos.
Derretir la manteca junto con el azúcar y la leche a fuego bajo. Mezclar hasta que se disuelva todo.
Incorporar el cacao tamizado y cocinar 2-3 minutos más. Retirar del fuego.
Forrar un molde rectangular con papel manteca o film plástico.
Verter una primera capa de chocolate, cubrir con galletas, repetir alternando chocolate y galletas hasta terminar con chocolate.
Alisar la superficie, cubrir con film y llevar a la heladera por al menos 4 horas o toda la noche.
Desmoldar con cuidado y cortar en porciones con un cuchillo seco y afilado.
Esta receta es rápida de preparar: solo 20 minutos de actividad y el resto es tiempo de refrigeración.
El turrón alemán crujiente se mantiene hasta 7 días en la heladera, bien cubierto, evitando que absorba olores o humedad. También se puede agregar frutos secos o licor para darle un toque más festivo, pero la versión clásica siempre será la estrella de la mesa.
Si querés sorprender con un dulce que combine historia, sabor y practicidad, este turrón de chocolate es la elección perfecta. Y lo mejor: una vez que lo pruebes, vas a querer repetirlo cada Navidad… pero la pregunta es, ¿te animás a innovar con tu propia versión o vas a quedarte con la receta original?