

Cada 16 de septiembre, La Plata se convierte en el epicentro de la memoria. Este martes, estudiantes secundarios de la ciudad marchan desde Plaza Olazábal hasta el Ministerio de Infraestructura de la Provincia en homenaje a los jóvenes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) secuestrados en 1976, en los primeros meses de la última dictadura cívico-militar.
La llamada Noche de los Lápices es uno de los episodios más estremecedores de la historia reciente argentina. Aquella noche, un grupo de adolescentes militantes de la UES y de la Juventud Guevarista fueron secuestrados por la Policía Bonaerense. Entre ellos, Claudia Falcone (16), Francisco López Muntaner (16), María Clara Ciocchini (18), Horacio Ungaro (17), Daniel Racero (18) y Claudio de Acha (18) continúan desaparecidos. Los sobrevivientes —Gustavo Calotti, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz— han dedicado su vida a transmitir la memoria de lo ocurrido.
Si bien históricamente se asoció este operativo represivo con las marchas por el Boleto Estudiantil Secundario de 1975, sobrevivientes como Emilce Moler han aclarado que su secuestro fue motivado por su militancia política: “Nunca me preguntaron por el boleto escolar”, relató.
En 2014, la sanción de la Ley 27.002 estableció el 16 de septiembre como Día Nacional de la Juventud, con el objetivo de mantener viva la memoria de los jóvenes desaparecidos y fortalecer el compromiso con los derechos de las nuevas generaciones.
La movilización de este año, organizada por la UES de La Plata, no solo busca rendir homenaje, sino también defender las conquistas estudiantiles y recordar que las luchas por la educación pública, gratuita y de calidad siguen vigentes.