

La noche del lunes 15 de septiembre 2025 era esperada en el mundo de la política de Argentina como un faro que se encendería para alumbrar el futuro político y económico del país. A las 21:00 Javier Milei emitiría por Cadena Nacional un discurso grabado a las 17:00 y anunciado varios días antes intentando calmar la ansiedad post electoral de millones de argentinos.
“La parte más dura del proceso económico ya pasó”.
“El futuro de la Argentina depende de que el pueblo y la política se comprometan con el orden fiscal”.
“El equilibrio fiscal es la piedra angular de nuestro plan de gobierno”.
“Lo peor ya pasó”.
“Los años más duros de afrontar fueron los primeros… Quiero agradecerles a los argentinos por el enorme apoyo que demostraron a lo largo de este primer período”.
“Los argentinos son los protagonistas de este proceso. El temple de los argentinos es heroico”.
“Si fallamos, volveremos a caer en el pozo de la inflación descontrolada y la destrucción de toda expectativa en el país”.
“Muchos aún no lo perciben en su realidad material”.
“Si no terminamos el proceso de cambio que hemos emprendido, habremos tirado a la basura todo el esfuerzo que hemos hecho”.
“Dejar de ver a los empresarios como enemigos públicos”.
Verdugos y castigados por igual, esperaban de Javier Milei el señalamiento de un nuevo rumbo. Sin embargo, el Javo volvió a pecar de estúpido y ratificó todo lo hecho. Pero eso si, se animó a frases célebres que marcaron y recuerdan a los peores momentos de nuestra historia reciente. Milei esta vez se mostró solo, únicamente acompañado por dos granaderos.
El discurso en cadena nacional del presidente Javier Milei, emitido anoche, fue más que un anuncio: fue un gesto político cuidadosamente planificado. Según trascendió, el texto fue redactado a solas entre Milei y Santiago Caputo, su principal estratega y miembro clave del denominado “Triángulo de Hierro”. La escena, ocurrida tras la jura de Lisandro Catalán como nuevo ministro del Interior, mostró a un presidente que busca retomar la iniciativa política en un contexto de alta tensión con gobernadores y sectores de la oposición.
El mensaje, de menos de 20 minutos, estuvo estructurado en tres ejes centrales: ciudadanía, política y sector privado. En el primer bloque, Milei buscó transmitir optimismo y reconocimiento: “Lo peor ya pasó”, afirmó, agradeciendo el “enorme apoyo de los argentinos” y señalando que el equilibrio fiscal es la “piedra angular” del plan de gobierno. Destacó los avances en inflación, pobreza, impuestos y salida del cepo, pero también reconoció que “muchos aún no lo perciben en su realidad material”, en un intento de mostrar empatía.
El segundo eje apuntó a la dirigencia política. Milei advirtió que el futuro de la Argentina depende de mantener el orden fiscal y destacó que el Presupuesto 2026 es el primero en incluir el Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas, buscando normalizar la relación con las provincias. Llamó a gobernadores, diputados y senadores a trabajar “codo a codo” para avanzar con las reformas estructurales.
El tercer eje estuvo dirigido al sector privado, al que se le prometió previsibilidad y menos carga impositiva. El presidente aseguró que el superávit primario permitirá financiar obras de infraestructura y logística, llamó a dejar de ver a los empresarios como enemigos y planteó la necesidad de simplificar el régimen de ganancias y terminar con la idea de que el Estado considere a todos sus ciudadanos como “criminales preventivos”.
El resultado fue un discurso conciliador, que busca al mismo tiempo reafirmar el rumbo económico y tender puentes políticos para aprobar el Presupuesto 2026. La presencia de Adorni, Espert y “Toto” Caputo durante la grabación refuerza la idea de que se trató de un movimiento estratégico de alto impacto dentro de la Casa Rosada.