

La tercera Marcha Federal Universitaria será el epicentro de una de las jornadas de movilización más masivas del año. El Ministerio de Seguridad de la Nación confirmó que no aplicará el Protocolo Antipiquetes, pero desplegará más de 1.100 policías en los alrededores del Congreso Nacional.
El operativo estará a cargo de un comando unificado integrado por la Gendarmería Nacional (GNA), la Policía Federal Argentina (PFA), la Prefectura Naval (PNA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). En total, se distribuirán 700 policías federales, 280 gendarmes, 90 prefectos y 30 agentes de la PSA, reforzados por personal de la Policía de la Ciudad. El perímetro del Congreso será completamente vallado y las fuerzas de seguridad solo intervendrán si los manifestantes intentan derribar las vallas.
La protesta tiene como eje el rechazo al ajuste impulsado por el Gobierno, en particular a los vetos del presidente Javier Milei sobre la Ley de Financiamiento Universitario y la Ley de Emergencia Pediátrica. Estas decisiones generaron un clima de creciente tensión política y social.
Desde el mediodía, agrupaciones estudiantiles, políticas y sindicales se concentrarán frente al Congreso para exigir que los diputados traten y aprueben los proyectos opositores. La sesión en la Cámara de Diputados se desarrollará en simultáneo a la movilización, lo que aumenta el nivel de expectativa y presión sobre el Poder Legislativo.