

El Pincha vuelve a ser protagonista de la Copa Libertadores y se prepara para disputar los cuartos de final frente a Flamengo, uno de los rivales más poderosos del continente. Para el equipo de Eduardo Domínguez, esta serie representa no solo la posibilidad de acceder a una nueva semifinal, sino también de exorcizar un maleficio histórico: en tres de las cuatro ocasiones anteriores que alcanzó esta instancia, el “Pincha” fue eliminado por equipos brasileños.
El antecedente más glorioso data de 2009, cuando el equipo dirigido por Alejandro Sabella logró superar a Defensor Sporting y finalmente levantó su cuarta Copa Libertadores en la edición número 50 del torneo. En aquella serie, Estudiantes ganó ambos partidos por 1 a 0, primero en el Estadio Centenario con gol de Leandro Desábato y luego en el Estadio Único con tanto de Leandro Benítez. El equipo que saltó al campo en Montevideo incluyó a Andújar, Angeleri, Cellay, Desábato y Re; Pérez, Braña, Verón y Benítez; Salgueiro y Boselli, nombres que hoy son parte de la memoria colectiva albirroja.
Sin embargo, el resto de los antecedentes de cuartos de final traen recuerdos amargos para los hinchas. En 2006, bajo la conducción de Jorge Burruchaga y con un joven Diego Simeone debutando como DT en la revancha, Estudiantes enfrentó a San Pablo. En la ida ganó 1-0 en cancha de Quilmes, pero en Brasil cayó por el mismo resultado y fue eliminado en los penales. Aquella serie quedó marcada por la polémica actuación del árbitro Carlos Chandía, quien no sancionó la grosera invasión de Rogério Ceni en el penal atajado a Alayes.
En 2010, ya como campeón defensor, el conjunto de Sabella volvió a caer en cuartos, esta vez frente a Internacional de Porto Alegre, que finalmente se consagraría campeón. La ida fue derrota por la mínima, pero en la vuelta Estudiantes ganaba 2-0 y tenía el pase en el bolsillo, hasta que el gol de Giuliano, sumado al valor doble del tanto de visitante, decretó la eliminación. La serie terminó en una gresca, símbolo de la frustración albirroja.
Más reciente en la memoria está lo sucedido en 2022, con Ricardo Zielinski como técnico. Tras empatar 0-0 en Brasil, Estudiantes recibió a Athletico Paranaense en La Plata. El gol de Lollo, que pudo haber significado la clasificación, fue anulado por el uruguayo Andrés Matonte tras la intervención del VAR. La decisión desató la bronca de jugadores e hinchas. Finalmente, en el minuto final, un contraataque letal de Vitor Roque sentenció el partido y el sueño de volver a una semifinal.
Hoy, Estudiantes tiene ante sí una nueva oportunidad de romper la maldición brasileña y escribir otro capítulo de gloria. La historia pesa, pero también inspira: si en 2009 pudo sortear los cuartos de final, esta vez el desafío es repetir la hazaña ante Flamengo, uno de los rivales más temibles de América.