viernes 19 de septiembre de 2025 - Edición Nº5288

Espectáculos | 19 Sep

Cuando Metallica se atrevió a ser vulnerable

Nothing Else Matters: la balada que cambió para siempre la historia del metal

10:24 |El icónico tema del Black Album marcó una bisagra artística en la trayectoria de Metallica. De la agresividad del thrash a la introspección melódica, la banda demostró que la vulnerabilidad también puede ser revolucionaria.


Por: Jonatan Anaquin

En un mundo donde el metal era sinónimo de velocidad, distorsión y energía desbordante, Metallica sorprendió al mundo con Nothing Else Matters, una balada que parecía estar en las antípodas de su identidad musical. Durante años, la banda de San Francisco fue referente del thrash metal, con discos como Master of Puppets y Kill ‘Em All que definieron el género. Sin embargo, la llegada del Black Album en 1991 marcó un punto de inflexión.

Nothing Else Matters no fue solo una canción: fue un gesto de honestidad brutal que expuso un costado emocional inédito en James Hetfield y en todo el grupo. Lo que comenzó como un momento íntimo —Hetfield tocando la guitarra con una sola mano mientras hablaba por teléfono con su novia— terminó convirtiéndose en un himno global que traspasó las fronteras del metal.

La nostalgia y la añoranza son el núcleo de la canción. Hetfield no pensaba compartirla con la banda, mucho menos grabarla. Pero allí apareció Bob Rock, el productor que convenció a todos de que la balada debía ser parte del álbum. Su intervención fue crucial: gracias a su visión, Metallica se permitió explorar nuevas emociones sin perder su esencia.

El resultado fue un tema que conectó con millones de personas que nunca habían escuchado metal. “Tan cerca, no importa qué tan lejos”, dice uno de los versos, en un mensaje que habla de amor, confianza y la distancia que duele. Ese lirismo directo y sincero fue la llave que permitió a la banda ganar nuevas audiencias y consolidarse como un fenómeno cultural.

Lejos de diluir su fuerza, esta balada potenció la versatilidad de la banda. Metallica demostró que el metal podía tener espacio para la vulnerabilidad sin perder su potencia. El éxito de Nothing Else Matters elevó las ventas del Black Album, multiplicó la base de fans y abrió la puerta a que el grupo explorara territorios más amplios y experimentales.

Treinta años después, la canción sigue siendo protagonista de sus conciertos, es versionada por artistas de diversos géneros y aparece en películas, series y eventos deportivos. Nothing Else Matters resiste el paso del tiempo porque toca fibras universales: la distancia, el amor y la fidelidad a uno mismo.

La historia detrás de Nothing Else Matters es, en el fondo, una lección para los artistas: ser genuino también puede ser disruptivo. Metallica no traicionó su identidad, sino que la expandió. Y en ese proceso, redefinió lo que el metal podía ser.

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