lunes 22 de septiembre de 2025 - Edición Nº5291

Política | 22 Sep

Milei en la cuerda floja: crisis política, fuga de aliados y el salvavidas de Trump

07:14 |Entre la sangría de aliados, el desgaste electoral tras la derrota bonaerense y la presión del círculo rojo, Javier Milei apuesta a un préstamo extraordinario de Estados Unidos para ganar tiempo, fortalecer las reservas y reordenar la estrategia política. El doble comando con Karina Milei y la influencia de Luis “Toto” Caputo definen un tablero en plena tormenta.


La administración de Javier Milei atraviesa su momento de mayor fragilidad desde que asumió el poder. Los números hablan por sí solos: el riesgo país superó al de Bolivia, el Banco Central tuvo que vender USD 678 millones para contener la presión cambiaria, y el oficialismo sufrió una derrota clave en la provincia de Buenos Aires el pasado 7 de septiembre, que dejó al descubierto la debilidad política del Gobierno.

La sangría de aliados en el Congreso es uno de los factores que más preocupa. En 2024, el Ejecutivo lograba blindar el veto a las universidades con 85 diputados; hoy, solo 67 legisladores acompañan al oficialismo, una caída de 80 votos en poco más de un año. Según un informe de La Sastrería, Milei perdió el apoyo de 1,2 aliados por semana, un récord que expone la fragilidad de su base parlamentaria.

El Presidente enfrenta, además, un dilema identitario: ¿seguir siendo el outsider disruptivo que lo llevó al poder o virar hacia un Milei moderado en busca de consensos? Durante la última semana, ensayó ambas posturas: un discurso institucional por cadena nacional para convocar a los gobernadores y, apenas 48 horas después, una batería de críticas y agravios contra opositores y exaliados en Córdoba.

En el plano económico, la preocupación se intensifica. El ministro Luis “Toto” Caputo ha prometido vender hasta el último dólar para sostener las bandas cambiarias, pero internamente reconoce que la estabilidad macroeconómica no se trasladó a la economía real. El dato más alarmante es la caída del empleo por nueve meses consecutivos, según la Fundación Observatorio Pyme, y el cierre de 15.000 pymes desde la asunción de Milei. Este escenario explica, en parte, la derrota electoral y el cambio en las demandas sociales: el pedido de empleo pasó a ser la principal preocupación de los ciudadanos en todo el país.

En este contexto, Estados Unidos aparece como un salvavidas clave. La Casa Blanca estaría dispuesta a otorgar un préstamo extraordinario de USD 30.000 millones destinado a cubrir vencimientos de deuda, proteger el programa económico y fortalecer las reservas del Banco Central. La confirmación de la reunión bilateral con Donald Trump en el marco de la Asamblea de la ONU es vista en Olivos como un gesto político de enorme valor que podría dar aire a la gestión en un clima asfixiante.

Sin embargo, las internas en el oficialismo complican el panorama. La influencia de Karina Milei en la estrategia electoral y en la toma de decisiones genera fricciones con otros sectores. La designación de Santiago Caputo como estratega y de Pilar Ramírez como coordinadora política nacional fue leída como una señal de reacomodamiento, pero no alcanza para disipar el malestar de varios dirigentes que reclaman cambios de fondo.

Mientras tanto, Axel Kicillof emerge fortalecido. Su triunfo en la provincia de Buenos Aires lo posiciona como figura nacional y lo convierte en un rival directo de Milei de cara al 2027. Su discurso autónomo de Cristina Kirchner y su acercamiento al círculo rojo inquietan tanto a los mercados como al oficialismo.

En conclusión, el Gobierno de Milei enfrenta una encrucijada histórica: o avanza en un cambio de estrategia política que le permita recuperar aliados y estabilizar su gestión, o corre el riesgo de profundizar la crisis. El encuentro con Trump podría darle oxígeno, pero no resolverá el problema de fondo: la necesidad de recomponer capital político y social para sostener el rumbo económico.

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