miércoles 24 de septiembre de 2025 - Edición Nº5293

Información General | 24 Sep

El misterioso retrato vandalizado que reaviva el vínculo de Shakespeare y su mecenas

10:00 |¿Qué secretos puede esconder un retrato diminuto del siglo XVI? El hallazgo de una miniatura misteriosa volvió a poner en debate la relación entre William Shakespeare y su primer mecenas, Henry Wriothesley.


¿Qué secretos puede esconder un retrato diminuto del siglo XVI? El hallazgo de una miniatura misteriosa volvió a poner en debate la relación entre William Shakespeare y su primer mecenas, Henry Wriothesley. Un acto de vandalismo descubierto en la obra podría dar pistas sobre la identidad del enigmático “joven hermoso” que inspiró algunos de los sonetos más célebres del dramaturgo inglés.

La pintura mide apenas 5,7 centímetros y fue identificada por las historiadoras Elizabeth Goldring y Emma Rutherford. Ambas quedaron impactadas por los rasgos andróginos del retratado: rizos dorados, chaqueta con motivos florales y ojos azules de mirada sugerente. En la época isabelina, el cabello largo en hombres se asociaba a rasgos femeninos, lo que podía generar estigmas.

El retrato, fechado en la década de 1590 y atribuido al miniaturista Nicholas Hilliard, retrata a Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton. La obra se mantuvo en su familia hasta tiempos recientes, reforzando su autenticidad.

La relación entre Shakespeare y Southampton ha sido objeto de debate durante siglos. El dramaturgo dedicó a su mecenas los poemas Venus and Adonis (1593) y The Rape of Lucrece (1594). La segunda dedicatoria es especialmente efusiva: “El amor que dedico a su Señoría es infinito”. Muchos estudiosos creen que Southampton es el “joven hermoso” mencionado en varios sonetos del autor.

Lo que hace único a este retrato es su intimidad. A diferencia de otras representaciones de Southampton, esta miniatura muestra un tono erótico sutil: el joven sostiene sus rizos contra el pecho y viste de manera informal, sugiriendo que estaba destinada a guardarse en un relicario y apreciarse de cerca.

El elemento más intrigante es el acto de vandalismo detectado por Goldring y Rutherford. Al desmontar la miniatura, descubrieron que la pintura estaba sobre una carta de naipes: un corazón, originalmente visible, había sido tachado y reemplazado por una pica. La modificación podría simbolizar incluso la lanza del escudo de Shakespeare, y según las historiadoras, “parece un gesto realmente apasionado”.

Se especula que Southampton regaló el retrato a Shakespeare, quien podría haberlo devuelto ya vandalizado cuando el conde se casó con Elizabeth Vernon en 1598. Goldring sostiene que “es difícil no pensar que alguien lo hizo sintiéndose con el corazón roto”.

Incluso se ha sugerido que el retrato inspiró el Soneto 20, donde Shakespeare describe a un joven “con rostro de mujer pintado por la propia mano de la naturaleza”. Sin embargo, la verdadera naturaleza de la sexualidad del dramaturgo y su relación con Southampton probablemente seguirá siendo un misterio histórico.

Este pequeño retrato, misterioso y vandalizado, mantiene vivo el debate sobre uno de los vínculos más intrigantes de la literatura inglesa. ¿Qué otras pistas podrían esconder miniaturas como esta? Solo el tiempo y nuevas investigaciones lo dirán.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias