

¿Un vaso de jugo de zanahoria puede darte un tono dorado en la piel sin pasar horas al sol? La idea parece sacada de un consejo casero más, pero cada vez más gente habla de esto en redes y blogs de bienestar. La promesa suena tentadora: conseguir un bronceado natural solo con cambiar un hábito en la dieta. La pregunta es si realmente funciona o si es otro mito que se viralizó.
El jugo de zanahoria, cuando se toma de forma regular, sí puede modificar levemente el color de la piel, pero no de la misma manera que el sol. La clave está en el betacaroteno, un pigmento natural presente en la zanahoria y otros vegetales anaranjados.
Un estudio publicado en la revista Evolution and Human Behavior comprobó que las personas que consumieron jugos ricos en betacaroteno desarrollaron un tono más cálido en la piel, evaluado por observadores como saludable y atractivo. Es decir, la piel adquiere un matiz dorado, pero sin necesidad de rayos UV.
El bronceado por sol aparece porque la piel produce melanina para defenderse de la radiación. En cambio, el color que da el jugo de zanahoria surge de la acumulación de carotenoides en la capa más superficial de la piel. A este fenómeno se lo llama carotenodermia: es inocuo, reversible y depende de la constancia en el consumo.
Según la revista Women’s Health, para notar un cambio visible hay que tomar unos 300 mililitros diarios de jugo de zanahoria durante al menos cuatro semanas. Un vaso cada tanto no alcanza: la clave es la regularidad.
Un tip práctico: acompañar el jugo con grasas saludables como palta, nueces o un chorrito de aceite de oliva. Esto mejora la absorción del betacaroteno porque es un compuesto liposoluble, o sea, necesita grasa para transformarse en vitamina A y almacenarse en la piel.
Además del posible efecto de bronceado natural, esta bebida suma ventajas nutricionales. Aporta vitamina A, antioxidantes y minerales que fortalecen el sistema inmune, protegen la vista y cuidan la salud celular frente al estrés oxidativo.
Para no aburrirse, podés variar la receta mezclando zanahoria con naranja, manzana o un toque de jengibre. Así se enriquece el sabor y también el aporte de nutrientes.
El jugo de zanahoria no es un sustituto del sol ni de los autobronceadores, pero sí puede darle a la piel un tono más dorado si se consume en forma regular y acompañado de grasas saludables. Es un recurso natural, seguro y con beneficios extra para la salud.
¿Lo probás vos también para ver si tu piel gana ese brillo cálido?