

¿Sabías que el huevo, ese clásico del desayuno, podría ser mucho más amigo de tu corazón de lo que pensabas? Durante años, todos escuchamos que comer huevo podía subir el colesterol y dañar la salud cardiovascular. Pero, ¿y si te dijera que la mayoría de los especialistas coinciden en que, consumido de manera adecuada, el huevo puede ser nutritivo y seguro para la salud? Quedate, porque te vamos a contar todo lo que necesitás saber sobre cómo incluirlo en tu desayuno sin complicaciones.
El huevo es uno de los alimentos más completos que podés poner en tu mesa matutina. Contiene proteínas de alta calidad, calcio, zinc, vitamina B12, vitamina D, fósforo y grasas saludables. Además, aporta entre 54 y 90 calorías según su tamaño, siendo el huevo grande el más común con 70 calorías aproximadamente.
Más allá de su aporte energético, el huevo genera saciedad, lo que ayuda a controlar el apetito y evitar los excesos de carbohidratos. Por eso, muchas personas lo incluyen en el desayuno cuando buscan mantener el peso o cuidar su alimentación.
Durante años se habló de limitar su consumo, pero estudios recientes de la Mayo Clinic y la Escuela de Salud Pública de Harvard aclaran que la mayoría de los adultos sanos puede comer hasta un huevo por día sin afectar la salud cardiovascular. Incluso, hasta siete huevos a la semana son seguros.
Eso sí, si tenés diabetes o alguna enfermedad cardíaca, lo recomendable es consultar con tu médico antes de sumarlo diariamente a tu dieta. La clave está en la moderación y en combinarlo con otros alimentos saludables.
El método de cocción influye mucho en los nutrientes. Por ejemplo:
Dos claras de huevo revueltas: 34 calorías, 0 g de grasa, 7 g de proteína, sin colesterol.
Dos huevos fritos: 180 calorías, 14 g de grasa, 12 g de proteína, 420 mg de colesterol.
Por eso, los especialistas recomiendan huevos hervidos, al horno o revueltos con poca grasa. Combinalos con vegetales, panes integrales y lácteos bajos en grasa para un desayuno equilibrado y nutritivo.
Una opción práctica es preparar huevos al horno con verduras: mezclá espinaca, claras y huevos enteros, un toque de leche descremada, mostaza, romero y tus especias favoritas. Servilo con pan integral, morrón rojo, cebolla y un poco de queso bajo en grasa. Es un desayuno sabroso, completo y saludable para el corazón.
Incorporar el huevo en tu desayuno puede ser más fácil de lo que pensás y, bien preparado, no solo aporta energía, sino que también cuida tu corazón. La próxima vez que armes tu desayuno, recordá: la clave está en la cantidad ideal y en los acompañamientos. Y mientras pensás qué receta probar primero, te vas a sorprender de lo versátil que puede ser este alimento en tu mesa.