

El inicio de esta semana trajo consigo un cimbronazo político que sacudió los pasillos del municipio de Berisso. El ahora ex titular del Juzgado de Faltas N°1, Jorge Troncoso, recibió una carta de despido (encubierta bajo la forma de un pedido de jubilación anticipada) que no solo generó incertidumbre, sino que también abrió un nuevo frente de conflicto dentro de la ya desgastada gestión del intendente Fabián Cagliardi.
En respuesta a este vaciamiento de poder, la decisión de Cagliardi sería designar a la abogada platense María Azul Lamoglie, actual directora de la Asesoría Letra, para ocupar el cargo vacante en el Juzgado de Faltas N°1. Según el expediente con número 4012-6765-2025, fechado el 24 de septiembre, la propuesta sería oficializada a partir del 1 de octubre. Esta situación evidencia la creciente tensión y aislamiento dentro de su propio espacio político.
En los pasillos del municipio, muchos daban por hecho que la vacante sería ocupada por Aldana Iovanovich, quien es vista como la “mano derecha” del intendente, o bien, por Matías Slezack, actual secretario de gobierno. Sin embargo, la sorpresa vino con la elección de Lamoglie, una profesional con escasa experiencia en el ámbito legislativo y municipal, sin raíces directas en la política local, y, aún más relevante, afiliada al radicalismo. Esta jugada no pasó desapercibida, y se interpretó como un claro desplante interno, una señal de que Cagliardi ya no controla los resortes de poder de la misma manera que lo hacía antes.
La situación ahora se traslada al Honorable Concejo Deliberante de Berisso, que será el encargado de dar su aprobación a la designación. Esto plantea un interrogante crítico: ¿Se debería nombrar a una persona que NO es ni vive en Berisso? Aunque el jefe comunal logre sortear esta instancia, lo cierto es que el episodio confirma un escenario de desgaste político profundo, con internas expuestas que erosionan la gestión, dejando ver una estructura debilitada y con pocos márgenes de maniobra.
Cabe destacar que la conexión detrás de esta designación llega al jefe comunal a través de su secretario privado, Gabriel "Flaco" Pérez. Sin embargo, la situación se torna aún más compleja si se considera que Azul Lamoglie fue parte de la lista que compitió directamente contra la que integraba Iovanovich en las ùltimas elecciones del Colegio de Abogados, lo que abre una nueva línea de fricción política dentro del oficialismo.
La elección de Lamoglie en lugar de Iovanovich no es sólo un movimiento administrativo: es una señal política con consecuencias estratégicas inmediatas. Iovanovich había sido presentada públicamente como la figura de confianza del intendente y su designación se esperaba como continuidad política natural. No hacerlo tiene implicancias claras:
Fractura interna: la decisión evidencia pérdida de control sobre el bloque propio.
Riesgo institucional: el HCD debe aprobar la designación, y cualquier obstáculo allí reflejará la debilidad de la gestión y su limitada capacidad de negociación.
Lectura de liderazgo: una decisión de este tipo evidencia improvisación o mala lectura política.
Impacto en equipos y proyectos: la incertidumbre desmoraliza a los cuadros técnicos, retrasa proyectos y subordinan la operación municipal a lógicas políticas, restando eficiencia y foco en los vecinos.
Costos políticos inmediatos: la falta de consenso interno y la exposición pública refuerzan la narrativa de un oficialismo desgastado y facilitan que surjan alternativas de liderazgo dentro del propio bloque.
La jugada deja en evidencia una falta de coherencia ya que no garantizar la continuidad de su propia mano derecha debilita la credibilidad con su equipo. El riesgo político de una mala gestiòn, el subestimar el impacto de la designación revela improvisación y falta de lectura del tablero político lo que podrìa llevar a un costo reputacional con una exposición mediática y la percepción de desorden restan foco a la gestión de problemas concretos de la ciudad.
Abogada recibida en la UNLP.
Especialista en Derecho Tributario y Finanzas Públicas, con posgrados en la Universidad Castilla-La Mancha, España, y en la Universidad Católica de La Plata.
Diplomada en Procedimientos Administrativos, UNLZ.
Experiencia como asesora en Cámara de Diputados y Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, y en la Municipalidad de La Plata.
Trece años de ejercicio en su profesión liberal en su estudio jurídico.
Docente en Finanzas Públicas y Derecho Tributario en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata.
Autora del libro La cuestión social de la tributación (2019, Editorial EDULP).
Se define como apasionada del derecho y del trabajo en equipo, pero deberá asumir su cargo en un clima político marcado por la tensión y la desconfianza.