domingo 28 de septiembre de 2025 - Edición Nº5297

Información General | 28 Sep

¿Por qué el frío afecta la función cerebral y la salud mental?

12:00 |¿Por qué en los días de frío cuesta tanto levantarse, concentrarse o simplemente estar de buen humor? Aunque parezca solo una sensación, la ciencia tiene una respuesta.


¿Por qué en los días de frío cuesta tanto levantarse, concentrarse o simplemente estar de buen humor? Aunque parezca solo una sensación, la ciencia tiene una respuesta. Lo que pasa en tu función cerebral durante las bajas temperaturas es más complejo de lo que imaginás, y entenderlo puede ayudarte a cuidarte mejor este invierno.

Cuando la temperatura baja, el cuerpo entra en “modo ahorro”. Esto afecta desde los movimientos más simples hasta la claridad mental. El neurointensivista Ryan Kyle Jones, del Northwell Lenox Hill Hospital, explicó a Verywell Mind que el frío extremo ralentiza la transmisión de los impulsos nerviosos, lo que se traduce en movimientos más torpes y lentos, además de una disminución de la sensibilidad. Incluso, aunque no llegues a la hipotermia, el frío puede afectar tu rendimiento cognitivo.

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Si la temperatura corporal central desciende a 35°C o menos, el cerebro sufre consecuencias más serias: delirio, confusión, desorientación y problemas para recordar o pensar con claridad. Estos efectos están vinculados a la forma en que el cerebro regula el calor y protegen al organismo de perder energía vital.

Un fenómeno curioso que menciona Jones es el “brain freeze” o dolor de cabeza por frío. Afecta a un tercio de la población, sobre todo a chicos y adolescentes. Aparece cuando tomás algo helado, pero no significa que el cerebro se congele. Se debe a la reacción de los nervios del paladar y a un espasmo de los vasos sanguíneos. Es molesto, pero inofensivo y se va rápido.

El cuerpo cuenta con un sistema de termorregulación para mantener la temperatura óptima. La piel, la circulación y el cerebro trabajan juntos, pero el centro de mando está en el hipotálamo. Según Jones, esta zona detecta el frío y activa respuestas como el escalofrío —que genera calor con el movimiento muscular— y la vasoconstricción periférica, que reduce el flujo sanguíneo a manos y pies para conservar el calor en los órganos vitales.

El frío también impacta en la salud mental. La psicóloga Deborah Serani, de Adelphi University, explicó que el clima frío puede hacer que la gente se sienta más irritable, menos activa y más aislada, algo que aumenta el estrés y puede empeorar síntomas de depresión y ansiedad. Cambios bruscos, como las olas de frío, agravan estas reacciones, sobre todo en personas con trastornos previos o en quienes trabajan al aire libre.

Además, el frío reduce la función cognitiva, la memoria y la capacidad de tomar decisiones. Esto puede aumentar la distracción y volver más lentas las respuestas, lo que representa un desafío para tareas cotidianas y trabajos que requieren atención constante.

En invierno también suele aparecer el trastorno afectivo estacional (SAD), que influye en el estado de ánimo. Aunque no siempre es el único factor, el frío puede potenciarlo. Según Serani, tener un plan para los meses fríos —que incluya estrategias para cuidar la salud mental y garantizar el acceso a tratamientos— es clave para evitar que los síntomas se agraven.

La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, los efectos del frío sobre la función cerebral y el ánimo son reversibles. Mantener el cuerpo abrigado, moverse para generar calor y buscar apoyo psicológico si es necesario son pasos concretos para atravesar el invierno sin que el clima te pase factura.

Así que, la próxima vez que sientas que el frío te hace más lento o que todo cuesta más, recordá: no es solo una percepción, es tu cerebro reaccionando al ambiente. Y entenderlo es el primer paso para enfrentarlo mejor.

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