

En el estadio Elías Figueroa Brander, la Selección Argentina Sub-20 comenzó su campaña en el Mundial con un triunfo por 3-1 frente a Cuba, pese a afrontar el partido con un futbolista menos desde muy temprano.
El equipo dirigido por Diego Placente salió con decisión desde los primeros minutos y no tardó en abrir el marcador: a los 3′, Alejo Sarco capitalizó una jugada ofensiva para poner el 1-0. Sin embargo, la tranquilidad duró poco: apenas siete minutos después (10′), Santiago Fernández recibió la tarjeta roja por cortar una situación manifiesta de gol, dejando a Argentina con diez jugadores muy temprano.
La expulsión generó incertidumbre, pero el conjunto albiceleste mantuvo la estructura y logró ampliar la diferencia antes del descanso: a los 41′, nuevamente Sarco anotó de cabeza tras centro de Dylan Gorosito. Cuba descontó antes del cierre del primer tiempo mediante un tiro de esquina convertido por Karel Pérez, luego de desajustes defensivos argentinos.
En el segundo tiempo, con un hombre de menos, Argentina administró la ventaja, defendió con orden y buscó incomodar a pesar del desgaste. Ya en tiempo de descuento, Ian Subiabre sentenció el 3-1 con un zurdazo potente tras buena jugada colectiva.
Dentro de ese contexto, uno de los protagonistas fue el lateral argentino Juan Manuel Villalba, integrante del plantel surgido en Gimnasia y Esgrima La Plata. Villalba disputó los 90 minutos completos del encuentro, cumpliendo su rol sin ser reemplazado. En el minuto 37 del segundo tiempo (es decir, cerca del final), recibió una tarjeta amarilla, lo que denota la intensidad con la que participó en el partido.
Su rendimiento —en un duelo marcado por la adversidad numérica y el desgaste— fue destacado por su resistencia física y su compromiso defensivo, pese a las constantes exigencias del rival y del trámite del partido.