

El plantel de Gimnasia y Esgrima La Plata recibió este lunes un golpe inesperado y de alto impacto. Los estudios médicos realizados en Estancia Chica confirmaron lo que se temía: las lesiones sufridas por Facundo Di Biasi y Renzo Giampaoli durante el partido ante Rosario Central presentan diferentes grados de gravedad, pero ambas condicionan de manera directa la planificación deportiva del club para lo que resta de la temporada.
En el caso de Renzo Giampaoli, el defensor central debió abandonar el campo de juego con molestias en la rodilla izquierda y fue reemplazado por Germán Conti. Los estudios posteriores diagnosticaron un edema óseo contusivo en el cóndilo femoral, lo que demandará un tiempo de recuperación estimado entre uno y dos meses. Esto significa que Giampaoli podría perderse el tramo final del campeonato, un sector crucial de la competencia para las aspiraciones del equipo.
Sin embargo, la noticia más dura llegó con el parte médico de Facundo Di Biasi, quien salió visiblemente dolorido tras disputar una pelota en la mitad de la cancha. Los resultados confirmaron lo peor: rotura completa del ligamento cruzado anterior, rotura parcial del ligamento lateral interno y lesión en el menisco externo de la rodilla derecha. Este cuadro obliga a una intervención quirúrgica inmediata y un proceso de recuperación de al menos ocho meses, lo que deja al mediocampista afuera hasta mediados de 2026.
La baja de Di Biasi no solo significa la pérdida de un futbolista titular, sino también de un engranaje clave en el mediocampo del Lobo, que ahora deberá reestructurar su esquema en plena competencia. En paralelo, la ausencia de Giampaoli plantea un desafío defensivo, aunque con la expectativa de que el jugador pueda reincorporarse al plantel en las primeras semanas de la próxima temporada.
El panorama obliga al cuerpo técnico y a la dirigencia a recalcular prioridades: sostener el rendimiento colectivo, cubrir ausencias sensibles y, al mismo tiempo, trabajar en la recuperación integral de ambos futbolistas. El golpe anímico es innegable, pero el desafío será transformarlo en fortaleza para mantener vivas las aspiraciones de Gimnasia.