

Octubre llega con su mística propia a la quiniela y, para muchos jugadores, representa un mes cargado de señales y estadísticas que pueden marcar la diferencia en la ventanilla. El análisis de los últimos tres años en siete plazas clave —Ciudad de Buenos Aires, Provincia, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza y Montevideo— deja en claro un pulso repetido: las terminaciones impares, sobre todo las que cierran en 1, 3 y 5, son las grandes protagonistas del décimo mes del calendario.
Lejos de ser una casualidad, el fenómeno muestra constancia en los extractos, tanto en la cabeza como en los primeros lugares, lo que alimenta la confianza de quienes siguen de cerca estas rachas.
En Ciudad y Provincia de Buenos Aires, octubre suele sonreírle a combinaciones como 01/21/31, 13/33/53 y 15/35/55, con presencia sostenida en las franjas Previa, Vespertina y Nocturna.
En Santa Fe y Córdoba, además de repetirse ese patrón de impares, destacan con fuerza 63 y 73, dos cifras que ganaron terreno y encendieron apuestas de reprise.
Por su parte, Entre Ríos y Mendoza acompañan con repeticiones notorias de 31 y 53, confirmando la tendencia. Del otro lado del Río de la Plata, Montevideo se suma a la melodía con impares firmes y, de vez en cuando, algún amanecer de 00/01, como si la suerte decidiera madrugar en tierras orientales.
El contraste es igual de revelador. Varias terminaciones pares altas, como 84, 86 y 98, junto con algunos capicúas duros, como 44 y 88, se mantienen relegados, con largas rachas sin tocar la primera ubicación y escasa aparición en el top cinco.
Sin embargo, en el mundo de la quiniela, el silencio nunca es definitivo: un número que duerme demasiado puede despertar con fuerza, regalando un rebote inesperado que pague con creces al jugador atento.
Para octubre, la clave pasa por combinar método y mística. La recomendación es elegir dos o tres terminaciones encendidas de las familias impares y mezclarlas con las fijas propias, alternando entre franjas horarias para aprovechar la fuerza vespertina y nocturna.
A esa jugada puede sumarse una táctica más fría: apostar por algún número relegado, con la esperanza de capturar el rebote cuando el tablero gire. Todo esto, siempre, bajo una premisa fundamental: presupuesto claro y juego responsable.
Octubre invita y seduce, pero premia especialmente a quien sabe leer la planilla con paciencia. Los impares arden, los pares esperan, y los jugadores atentos ya tienen el pulso de un mes que promete billetes frescos.