

El Congreso de la Nación se convirtió en escenario de un acontecimiento que marcará la agenda universitaria de los próximos años: la aprobación definitiva de la Ley de Financiamiento Universitario, tras el rechazo al veto presidencial de Javier Milei.
Desde la Federación Universitaria de La Plata (FULP) destacaron la votación en el Senado como un triunfo de la comunidad académica y de todos los sectores que, durante meses, se movilizaron en calles y plazas reclamando recursos para garantizar la continuidad de la vida universitaria.
Las multitudinarias marchas, organizadas en distintas provincias, buscaron que los legisladores “no dieran la espalda a los intereses del pueblo”. Para el movimiento estudiantil y docente, fue esa presión social la que resultó determinante para alcanzar la sanción de la norma.
“Ganó la universidad pública. Salimos a exigir y logramos que el Congreso escuchara. Ahora vamos por la plena implementación de la ley para poder seguir estudiando”, expresaron representantes gremiales y académicos, reafirmando su compromiso con la defensa del sistema.
El rechazo al veto fue entendido como un punto de inflexión para las universidades nacionales, que habían alertado sobre los riesgos de frenar proyectos de investigación, programas de becas y actividades de extensión debido al recorte de fondos. La aprobación de la norma, en ese marco, aparece como un respaldo directo al sistema universitario argentino, considerado un motor de la movilidad social y un pilar de la igualdad de oportunidades.
“Vamos a defender a la universidad pública hoy y siempre”, remarcaron referentes académicos y sindicales, convencidos de que este paso parlamentario constituye un hito en la lucha por el derecho a la educación y la preservación de la autonomía universitaria.