

¿Qué está pasando con los restaurantes de carne en plena crisis económica? En La Plata y en todo el país, cada vez más locales dejan los platos con proteínas animales para reconvertirse en trattorías y pizzerías. El cambio no es solo de menú: detrás hay un ajuste que impacta en la oferta gastronómica y en el bolsillo de los clientes.
La tendencia empezó a notarse en los últimos meses y preocupa a los empresarios del sector. ¿Por qué los restaurantes, que antes apostaban a carnes y pescados, ahora llenan sus cartas de pastas y pizzas? La respuesta mezcla caída del consumo, costos en dólares y un público que busca opciones más baratas.
“El consumo cayó como nunca”, aseguró Dante Camaño, secretario general de la seccional Capital de los gastronómicos.
Según datos del sector, desde marzo los restaurantes sufrieron una baja del 20% en las ventas. El golpe es más duro en los locales que dependen del turismo, como los de Bariloche o San Martín de los Andes.
El fenómeno tiene su explicación: los platos con carne se volvieron inaccesibles para buena parte de los comensales. Ante eso, muchos locales decidieron virar hacia un menú con más harinas, que resulta más económico tanto para los negocios como para los clientes.
Hace diez años, las cervecerías marcaron tendencia en la Ciudad y más tarde los cafés de especialidad. Hoy, la moda gastronómica va por otro lado: las trattorías y las pizzerías.
“Las pizzas o pastas son mucho más baratas que la carne. Vamos hacia allá, los restaurantes no van a cerrar, pero se reconvierten”, explicó un empresario con más de dos décadas en el rubro.
Para los consumidores, la ecuación es clara: con una pizza pueden comer dos personas a un precio mucho menor que el de dos platos en un restaurante tradicional. Eso hace que el público se incline por estas opciones más accesibles.
La crisis no solo transformó las cartas: también vació las mesas. En los últimos meses, incluso dos restaurantes recomendados por la Guía Michelin cerraron sus puertas por la caída en las ventas.
En el sector explican que no es habitual que un local gastronómico cierre de un día para el otro. Antes, los dueños intentan vender el fondo de comercio para recuperar parte de la inversión, que suele ser alta y dolarizada.
“Hay una suba muy grande de ofertas de fondos de comercio en los últimos meses. Nos preocupa la tendencia”, señaló un empresario gastronómico.
La situación es aún más crítica en destinos turísticos como Bariloche, San Martín de los Andes, Villa La Angostura o El Bolsón.
“En Bariloche hay una baja muy pronunciada de la ocupación en restaurantes y hoteles. Dependemos mucho del turismo y hace muchos años que no veíamos algo así”, explicó Nelson Rasini, secretario de la seccional Bariloche de Uthgra.
A eso se suma la tensión por los salarios: el gremio había cerrado una paritaria del 16% en diciembre de 2024, pero el Gobierno no la homologó. En cambio, el aumento fue del 7,6% entre noviembre y mayo.
En La Plata, los gastronómicos observan el mismo fenómeno: más locales apuestan a pizzas y pastas, productos que requieren menor inversión y atraen a un público que busca cuidar el gasto.
Los especialistas advierten que la reconversión no implica necesariamente más cierres, pero sí un cambio en la identidad de muchos restaurantes que buscan sobrevivir a la crisis.