

¿Sabías que uno de cada siete hombres puede desarrollar cáncer de próstata durante su vida y que muchas veces llega a detectarse cuando ya está avanzado? Hoy, la ciencia ofrece una nueva esperanza: un tratamiento innovador basado en Lutecio 177, una sustancia radioactiva que actúa como un “misil guiado” contra las células tumorales. Pero, ¿cómo funciona y a quién beneficia realmente?
El Lutecio 177-PSMA-617 es un radiofármaco dirigido que combina diagnóstico y terapia en un solo proceso, algo que la medicina llama teragnosis. Esto significa que primero se localizan las células tumorales mediante un estudio de imágenes, el PET-PSMA, y luego se administra la radiación de forma precisa, atacando solo al tumor y cuidando el tejido sano.
Según Juan Pablo Sade, jefe de la Unidad de Tumores Genitourinarios del Instituto Alexander Fleming, “este tipo de sustancias radioactivas va a revolucionar la oncología, no solo el cáncer de próstata”. La terapia está diseñada para pacientes con enfermedad metastásica resistente a la castración, cuando los tratamientos hormonales y la quimioterapia ya no son tan efectivos.
El funcionamiento es sencillo de entender: el Lutecio 177 se une a la molécula PSMA, que actúa como guía hacia las células tumorales. Una vez allí, libera su radiación internamente, dañando el ADN de la célula y provocando su muerte. Esto permite un tratamiento más dirigido, con menos efectos secundarios que la quimioterapia convencional.
Esta terapia, aprobada recientemente en Argentina, se administra por vía endovenosa y suele realizarse de manera ambulatoria. El esquema estándar contempla hasta seis dosis, aunque puede adaptarse según la respuesta de cada paciente. La selección no es aleatoria: especialistas en oncología, urología y medicina nuclear evalúan si cada persona cumple con los criterios para recibir el radiofármaco.
El cáncer de próstata sigue siendo el tumor más frecuente en varones en Argentina y a nivel mundial, con mayor riesgo en hombres mayores de 65 años o con antecedentes familiares. En fases iniciales, puede no presentar síntomas, por eso la prevención y los controles periódicos son esenciales. Con la detección temprana, la enfermedad es altamente tratable y curable.
Si bien actualmente el Lutecio 177 se utiliza en etapas avanzadas, los expertos proyectan que pronto podría emplearse en fases iniciales, mejorando la eficacia del tratamiento y reduciendo los efectos secundarios. La investigación en radiofármacos continúa, con aplicaciones también en otros tipos de cáncer como neuroendocrinos, mama y vejiga.
En resumen, el Lutecio 177 representa un salto en la medicina de precisión: identifica, trata y protege, todo al mismo tiempo. Para los hombres, la clave sigue siendo la prevención: controles regulares con el urólogo y atención temprana ante cualquier síntoma. Y mientras la ciencia avanza con nuevas terapias, mantener hábitos de cuidado y detección temprana sigue siendo la mejor estrategia para enfrentar el cáncer de próstata.