

Seguramente alguna vez te dijeron que las parejas felices siempre tienen sexo diario, que las fantasías hay que guardarlas o que la espontaneidad es la clave del deseo. Pero, ¿y si todo eso fuera un mito? Los estudios más recientes muestran que muchas creencias populares sobre la intimidad no se sostienen frente a la evidencia científica. Y lo más importante: entenderlo puede ayudarte a mantener el deseo en la pareja sin culpas ni presiones.
Uno de los mitos más comunes dice que las parejas que no tienen sexo seguido están en problemas. Sin embargo, Gurit Birnbaum, profesora de psicología en la Universidad Reichman de Israel, explica que “no importa cuánto sexo tengamos, siempre pensamos que deberíamos tener más”.
Un análisis de 279 estudios publicados en Nature Reviews Psychology muestra que tener sexo una vez por semana es suficiente para mantener la conexión emocional y la satisfacción. Tenerlo más seguido no aumenta la felicidad; de hecho, puede volver la experiencia rutinaria o agotadora. Además, el llamado “efecto de satisfacción posterior al sexo” indica que la sensación de cercanía y bienestar dura varios días.
Otro mito dice que las fantasías sexuales deben ser secretas. Sin embargo, Justin Lehmiller, investigador del Kinsey Institute, descubrió que casi el 97% de las personas tiene fantasías. Compartirlas con la pareja, de forma respetuosa y consciente, puede fortalecer el vínculo y mejorar la vida sexual. No es necesario decir todo, pero comunicar algunas puede ser positivo para mantener el deseo y la emoción en la relación.
¿Creías que el mejor sexo siempre es espontáneo? La ciencia dice otra cosa. Amy Muise, de la Universidad de York, comprobó que las parejas que planifican encuentros sexuales disfrutan igual o más que las que dependen de la espontaneidad. Programar citas íntimas genera anticipación, demuestra que la relación es prioridad y ayuda a mantener el deseo a largo plazo. Incluso las terapeutas sexuales, como Laurie Mintz, recomiendan ver estos encuentros como momentos especiales, retomando la chispa de los inicios de la relación.
Los expertos coinciden: cuestionar las creencias heredadas y buscar información confiable sobre sexo ayuda a las parejas a mantener el deseo sin estrés. Ajustar la frecuencia sexual a lo que realmente funciona, compartir fantasías de manera reflexiva y planificar encuentros cuando convenga son estrategias respaldadas por estudios que mejoran la satisfacción y la intimidad.
Así que la próxima vez que escuches un consejo sobre sexo, preguntate: ¿es un mito sexual o un dato basado en estudios? Lo que funcione para tu pareja y vos, con comunicación y flexibilidad, es lo que realmente importa.