

El lunes pasado se cumplieron tres años del fatídico partido entre Gimnasia y Boca en el estadio del Bosque, que apenas duró diez minutos por los desastrosos incidentes que provocaron la muerte de César “Lolo” Regueiro y un centenar de heridos en la cancha de Gimnasia.
Ese día, el estadio Juan Carmelo Zerillo lucía ciertamente desbordado de personas y tras una investigación que inicialmente encabezó el fiscal Juan Menucci se determinó que se habían entregado entradas de protocolo por un número que excede lo permitido además de haber repartido tickets de dudosa confección a la barra brava.
Por todo ello, cuando el estadio estaba lleno antes de empezar, la policía decidió cerrar las puertas aún cuando miles de hinchas estaban entrando y se provocó una avalancha que generó disturbios, gases y enfrentamientos.
Por todo ello, Claudia Nievas, la esposa del Lolo Regueiro, presentó un recurso ante la Justicia para que se revea la decisión del sobreseimiento de Claudio Aparicio, quien junto a los policías Perea y Gorbalá y el ex presidente del Lobo Gabriel Pellegrino, están imputados en la causa por estrago y deberán afrontar un juicio oral que todavía no tiene fecha de inicio.
“Ese día el Lolo me dijo antes de irse a la cancha: prepárame un guisito como a mi me gusta que a las doce estoy de vuelta en casa. Pero nunca volvió”, recordó entre lágrimas Claudia Nievas, quien sigue viviendo en la misma casa de 522 entre 116 y 117 del barrio El Churrasco, en donde el Lolo Regueiro salió aquel 6 de octubre para ver un partido de fútbol y nunca más volvió.
La familia está patrocinada ahora por el letrado Marcelo Peña, quien espera una resolución de la cámara para fijar fecha del juicio y determinar una nueva imputación de Aparicio.