jueves 16 de octubre de 2025 - Edición Nº5315

Policiales | 16 Oct

Creciente ola de delitos

Berisso resignada a la inseguridad: escuelas vulneradas, balaceras y un plantel policial desbordado

12:45 |En menos de un mes, Berisso registró robos en varias escuelas, un tiroteo a plena luz del día y hechos delictivos en instituciones religiosas, lo que profundiza la preocupación vecinal y expone la falta de respuestas del área de Seguridad municipal tras la reciente asunción de Gabriel Marotte en reemplazo de Federico Ruiz.


En las últimas semanas, la ciudad de Berisso fue escenario de múltiples episodios que evidencian el grave deterioro de su sistema de seguridad pública. Instituciones educativas, iglesias y vecinos comunes han sido blanco de delitos que, lejos de ser hechos aislados, configuran una tendencia alarmante contra la que las autoridades aún no han logrado dar respuestas efectivas.

Hechos recientes que exigen explicaciones

  1. Robos en escuelas
    En menos de una semana, dos escuelas de Berisso fueron víctimas de robos. Una ocurrió en la Primaria N.º 7, ubicada entre Juan B. Justo y Barrio Obrero, y otra en la Primaria N.º 22, en el Barrio Banco Provincia. En ambos casos, los delincuentes lograron vulnerar las cámaras de seguridad y la vigilancia policial, y se desconocen aún los objetos sustraídos.
    Asimismo, se reportó un tercer hecho: la Escuela N.º 4 sufrió un robo reciente, en el que se llevaron pavas eléctricas, parlantes y otros elementos de uso cotidiano. 
    En todas estas instituciones, la comunidad educativa (docentes, padres, directivos) reclama mayor presencia policial, refuerzos de vigilancia y un sistema de monitoreo eficiente que disuada la repetición de estos delitos.

  2. Balacera en zona urbana

    La inseguridad no se limita a hechos contra propiedad: en la intersección de calle 28 entre 165 y 166, se desató una balacera que habría sido un presunto “ajuste de cuentas”. Un hombre de 46 años fue atacado por al menos cuatro agresores, quienes dispararon incluso contra la vivienda a la que logró refugiarse. Vecinos reportaron más de 20 detonaciones antes de la llegada de la policía. Afortunadamente, no se registraron heridos.

  3. Robo de cableado en parroquia

    En un episodio que pone en evidencia la audacia delictiva, la Parroquia Santa Teresita (esquina de Avenida Montevideo y calle 43) fue despojadas de su cableado eléctrico. El robo ocurrió en pleno centro y bajo la mirada de cámaras instaladas en la zona, incluso a metros de la delegación municipal de la zona II. La parroquia, en su comunicado, reveló que no denunciará formalmente: considera que los trámites y denuncias previas no aportaron soluciones

Estos episodios no pueden leerse como casos fortuitos: reflejan fallas estructurales en la prevención y disuasión del delito en Berisso, poniendo en riesgo el derecho a la educación, la integridad de las instituciones y la tranquilidad ciudadana.

Críticas a la gestión local

  • Ausencia de reacción institucional rápida
    Los robos en escuelas y otros hechos se repiten con periodicidad creciente, pero no se observa una política activa de defensa de los espacios públicos vulnerables. La demora o falta de anuncio de medidas concretas —refuerzos policiales, mejoras en cámaras, botones de alerta, alarmas escolares— agrava la sensación de impunidad.

  • Descoordinación entre los niveles de seguridad
    La policía bonaerense, fuerzas provinciales, el municipio y el sistema de vigilancia local (monitoreo, cámaras, etc.) parecen operar de forma dispersa, sin una estrategia unificada ni planificación preventiva. El hecho de que delincuentes burlen cámaras y patrullajes sugiere debilidades técnicas, falta de mantenimiento o inexistencia de operativos focalizados.

  • Falta de rendición pública y transparencia
    Hasta el momento, no se han presentado estadísticas locales de delitos, comparativos año contra año ni metas claras de reducción delictiva. Los ciudadanos desconocen qué recursos se destinan a seguridad, cuántos agentes están asignados y qué objetivos se persiguen. Esta opacidad dificulta la evaluación ciudadana.

  • Cambio de mando reciente como excusa insuficiente
    En este contexto, la llegada de Gabriel Marotte al mando (en reemplazo de Federico Ruiz, quien estuvo al frente hasta el 8 de septiembre) no puede ser utilizada como justificativo para la inacción o falta de resultados. Quien asume debe hacerlo con urgencia y determinación para revertir la declinación de la seguridad municipal.

Berisso atraviesa un momento crítico: la inseguridad se ha vuelto palpable no sólo en las calles, sino dentro de las escuelas, centros religiosos y viviendas. La sensación de desprotección crece y exige no promesas, sino acciones concretas, urgentes y sostenibles. Gabriel Marotte, al frente del área local de seguridad desde septiembre, tiene ante sí un desafío mayúsculo: demostrar con hechos que es posible revertir la decadencia del orden público, generar certezas para las familias y restablecer el control territorial municipal

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