miércoles 22 de octubre de 2025 - Edición Nº5321

Política | 21 Oct

Giros ideológicos en la política japonesa

Sanae Takaichi: la primera mujer en gobernar Japón y el giro conservador que redefine al PLD

Con 64 años y una extensa trayectoria dentro del Partido Liberal Democrático (PLD), Sanae Takaichi asume el liderazgo del gobierno japonés tras meses de incertidumbre. Su llegada, producto de una alianza con el derechista Ishin no Kai, marca un nuevo equilibrio político en un país acostumbrado al dominio casi ininterrumpido del PLD.


El Parlamento japonés eligió este martes a Sanae Takaichi como la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra en la historia del país. Su designación pone fin a tres meses de vacío político, tras la renuncia de Shigeru Ishiba, quien dejó el cargo luego de la derrota electoral del PLD en julio y de una serie de disputas internas que fragmentaron al oficialismo.

La elección de Takaichi se concretó gracias a un acuerdo de coalición entre el PLD y el Partido de Innovación de Japón (Ishin no Kai), una fuerza de perfil nacionalista y conservador con base en Osaka. Este pacto, alcanzado a último momento, permitió destrabar la votación parlamentaria, aunque el bloque gobernante aún no alcanza la mayoría en ambas cámaras, lo que anticipa un mandato frágil y condicionado por la negociación constante con la oposición.

La estabilidad política es esencial en este momento”, afirmó Takaichi durante la firma del acuerdo junto al líder del Ishin no Kai, Hirofumi Yoshimura, quien aclaró que su partido no ocupará cargos ministeriales hasta consolidar la confianza mutua.

En las próximas horas, Takaichi presentará su nuevo gabinete, en el que figuran aliados del veterano dirigente Taro Aso y de los sectores que la apoyaron en la interna partidaria.

Con un panorama complejo por delante, la flamante mandataria deberá enfrentar la suba de precios, reconstruir la confianza ciudadana y preparar un paquete económico de emergencia antes de fin de año. En el plano internacional, se espera que mantenga reuniones con Donald Trump y participe de cumbres regionales clave.

Aunque su llegada representa un hito histórico para las mujeres japonesas, Takaichi no ha promovido políticas de igualdad de género. Por el contrario, ha bloqueado proyectos de avance femenino, defiende la sucesión imperial exclusivamente masculina, y se opone tanto al matrimonio igualitario como al uso de apellidos separados para las parejas casadas.

Discípula política del fallecido Shinzo Abe, Takaichi buscará profundizar las políticas del abenismo: reforzar el poder militar, sostener el estímulo económico y reformar la Constitución pacifista. Sin embargo, sus aspiraciones podrían verse limitadas por una base parlamentaria debilitada y una alianza frágil.

La ruptura con el partido Komeito, tradicional socio del PLD, evidenció el cambio de rumbo. Komeito, de tendencia pacifista y respaldo budista, se apartó por escándalos financieros y tensiones ideológicas, sumados al malestar por las visitas de Takaichi al santuario Yasukuni, símbolo del pasado militarista japonés.

En un intento por mostrar una postura más moderada, Takaichi evitó visitar Yasukuni en la antesala de su asunción, optando por enviar una ofrenda religiosa. Un gesto simbólico, aunque insuficiente para disipar las dudas sobre el rumbo ultraconservador que podría tomar su gobierno.

Con un país atento y una coalición que deberá probar su solidez, Japón inicia una etapa inédita, en la que una mujer lidera por primera vez el destino político de la tercera economía mundial, mientras el PLD busca reconstruirse desde sus propias grietas.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias