La Mesa de Mujeres de la Confederación General del Trabajo (CGT) protagonizó un encuentro histórico en el que más de 500 dirigentas de 34 gremios de todo el país se reunieron para reafirmar una consigna que ya no admite demoras: la participación femenina en los máximos espacios de decisión del movimiento obrero.
El evento, realizado en el marco del Encuentro de Mujeres de la CGT, fue una jornada de debate, organización y militancia que reflejó el crecimiento sostenido de la presencia femenina dentro de la central sindical más poderosa del país. Allí se presentó la Declaración de las Mujeres Trabajadoras de la CGT, un documento que ratifica el compromiso con la unidad del movimiento y reclama una representación equitativa en todos los niveles de conducción.
“Una mujer en el triunvirato no es una concesión ni un símbolo vacío, sino el reconocimiento político de una realidad que se organiza día a día”, expresaron las dirigentes en el texto.
El proceso que hoy florece tuvo su punto de partida en 2021, cuando la CGT incorporó la paridad de género en su Estatuto. Desde entonces, las trabajadoras tejieron una red federal de acción colectiva, impulsando propuestas conjuntas, movilizaciones y espacios de formación.
Entre los hitos más destacados se cuentan la primera movilización del 8M como “Mujeres de la CGT”, el Encuentro Nacional de 2024 —con más de mil dirigentas de 90 gremios— y las reuniones regionales de 2025 en Chubut, Neuquén, Mendoza y La Plata, que marcaron el pulso de un movimiento en expansión.
Maia Volcovinsky, co-secretaria de Derechos Humanos de la CGT y Secretaria Adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), resumió el espíritu de esta construcción colectiva:
“Gracias a que muchas mujeres construyeron representación en sus gremios, hoy consolidamos una presencia fuerte en la calle. Si pedimos estar en los máximos niveles de decisión es porque lo practicamos hacia adentro, y eso nos da legitimidad.”
Desde el SADOP, Marina Jaureguiberry —Secretaria General y miembro del Consejo Directivo de la CGT— resaltó la dimensión histórica del momento:
“Venimos de una tradición que nos legó Eva Perón: la organización y el poder de las mujeres. Militamos por una CGT fortalecida con nuestra presencia. Cuando se cuente esta historia, podremos decir que fuimos protagonistas.”
Por su parte, Vanesa Núñez, de UTEDYC, sintetizó la potencia de lo colectivo:
“El poder que construimos no es patriarcal ni individual, es un poder de red. Eva Perón es nuestro faro político: cuando llegue una, vamos a llegar todas.”
La Declaración de las Mujeres Trabajadoras de la CGT plantea que la unidad del movimiento obrero sólo será plena si se construye sobre bases vivas, plurales y representativas. “Somos parte sustancial de la unidad —afirma el texto—, del trabajo que sostiene, del pensamiento que planifica y de la estructura que negocia.”
En un escenario social y económico desafiante, las mujeres sindicalistas apuestan a un sindicalismo que refleje la diversidad y la fuerza real del trabajo argentino. El encuentro culminó con una convicción compartida: seguir ampliando la participación femenina en la vida gremial, fortalecer la unidad del movimiento obrero y construir una CGT más inclusiva, moderna y poderosa.
“¡Es la hora, compañeras!”, fue el grito que unió a las dirigentas y marcó el pulso de un tiempo nuevo: el de una CGT con voz de mujer.