La noche del 23 de octubre, La Plata se convirtió en un río de fuego y banderas. Desde la Catedral hasta la Casa de Gobierno bonaerense, miles de personas marcharon portando antorchas y pancartas que reclamaban lo que consideran derechos esenciales: educación, salud y dignidad para los jubilados.
Convocada por el Movimiento Popular La Dignidad y el Frente de Agrupaciones y Organizaciones Sociales (FAOS), la movilización comenzó a las 19 horas y se transformó rápidamente en un acto de respaldo político y social al gobernador Axel Kicillof y a los candidatos bonaerenses de Fuerza Patria, Jorge Taiana y Jimena López.
Bajo la consigna “Todos por la educación, la salud, la discapacidad y los jubilados”, los manifestantes exigieron mayor inversión estatal y repudiaron el ajuste impulsado por la administración de Javier Milei. “La educación y la salud son derechos, no privilegios”, fue una de las frases más repetidas frente a la Gobernación, donde los discursos cerraron una jornada cargada de emoción y militancia.
Entre las columnas se mezclaban docentes, estudiantes, cooperativistas, referentes sindicales y movimientos populares. Las antorchas encendidas funcionaron como símbolo de resistencia y esperanza, en un contexto donde los recortes presupuestarios afectan de lleno a las políticas públicas más sensibles.
En diálogo con Agencia NOVA, el dirigente social Javier Burelli, referente de FAOS, sintetizó el sentir colectivo:
“La situación no da para más. Decidimos acompañar a Fuerza Patria y apoyar a Axel Kicillof y Cristina Kirchner en contra de Milei, porque las medidas son brutales y siempre benefician a los mismos de siempre. La gente no llega a fin de mes, trabaja el doble y vive con miedo al futuro.”
Frente a la Casa de Gobierno, los oradores llamaron a votar masivamente el domingo para “frenar el ajuste y recuperar la dignidad del pueblo trabajador”. El cierre llegó con un mensaje que se volvió viral en redes: “Defender la dignidad es hacer historia”, acompañado del hashtag #CaravanaDeAntorchas, que prendió más rápido que el fuego de las antorchas.