¿Sabías que tu cuerpo puede avisarte de lo que pasa por dentro mucho antes de que aparezcan los síntomas? Hay una manera simple de anticipar riesgos y mantenerte saludable después de los 40, pero la mayoría la pasa por alto.
Cuando cumplimos esa edad, el metabolismo empieza a cambiar: baja la energía, se altera el peso y el corazón necesita más atención. Por eso, los análisis de sangre después de los 40 se vuelven una herramienta clave para anticipar riesgos, detectar alteraciones metabólicas y cuidar el bienestar general.
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Distintos expertos coinciden en que los análisis de sangre siguen siendo el método más confiable para ver cómo está funcionando el organismo. El entrenador británico Matt Roberts, citado por The Telegraph, aseguró que “los análisis de sangre son el pilar de un buen régimen de salud proactivo”. Recomienda hacerlos de forma regular, especialmente cuando empiezan los primeros cambios hormonales y metabólicos.
El colesterol se divide entre el “bueno” (HDL) y el “malo” (LDL). Mantener el equilibrio es esencial para prevenir obstrucciones arteriales e infartos. Según la OMS, el colesterol total debería estar por debajo de 5,0 mmol/L.
Desde los 40 años, el cuerpo elimina menos LDL, así que conviene revisar los valores al menos una vez al año. Hacer ejercicio, comer más fibra y sumar grasas saludables —como las del pescado o los frutos secos— ayuda a mantenerlo bajo control.
La glándula tiroides regula la energía y la temperatura corporal. Si produce poca hormona (hipotiroidismo), podés sentirte cansado, subir de peso o tener el colesterol alto sin explicación.
Roberts explicó que muchas personas mayores ignoran esta función, pero un simple análisis de T3 y T4 puede detectar alteraciones metabólicas que se corrigen con dieta, descanso y seguimiento médico.
La testosterona también influye en el estado de ánimo y la fuerza muscular. A partir de los 40, sus niveles bajan tanto en hombres como en mujeres, afectando el peso y la salud cardiovascular. Con control médico, se pueden ajustar los valores con cambios en el estilo de vida.
Aunque vivamos en una región soleada, más del 30% de los adultos presenta déficit de vitamina D, según Nutrition Reviews. Es vital para los huesos, el sistema inmune y la memoria.
Controlar sus niveles mediante análisis de sangre ayuda a prevenir caídas, debilidad muscular y deterioro cognitivo en la madurez.
No es un análisis de sangre, pero mide la salud del corazón. La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial recomienda mantenerla en 120/80 mmHg. Valores más altos requieren revisión médica y cambios en la dieta y el estrés.