En el entramado silencioso de los barrios populares, la desigualdad sanitaria encuentra en los parásitos intestinales un enemigo persistente. Detrás de las calles de tierra, los pozos ciegos y el agua no segura, miles de personas conviven con microorganismos que afectan su salud, su nutrición y sus oportunidades de desarrollo.
Desde el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, UNLP-CONICET), un grupo de científicas y científicos liderados por la Dra. Lorena Zonta trabaja en el territorio con un enfoque que une investigación y acción comunitaria. En barrios de Berisso, La Plata y el conurbano bonaerense, realizan estudios que integran muestras humanas, animales y ambientales, combinando biología, antropología, veterinaria y microbiología para entender un fenómeno complejo y persistente.
Bajo la mirada del paradigma Una Salud, el equipo aborda la relación entre los parásitos intestinales y los factores socioambientales que los propagan. La presencia de viviendas precarias, hacinamiento, falta de cloacas y convivencia con animales sin control veterinario son algunos de los elementos que, combinados, crean un escenario propicio para la transmisión.
Las encuestas socioambientales y los talleres participativos con escuelas, comedores y centros comunitarios son parte esencial del proceso. Allí, los investigadores intercambian saberes y promueven la co-construcción del conocimiento, involucrando activamente a las familias. Las personas participan de manera voluntaria y gratuita, entregando muestras y firmando consentimientos informados.
En laboratorio, los hallazgos son tan contundentes como preocupantes: entre el 50 y el 80 % de los niños y niñas de zonas vulnerables presentan algún tipo de parásito intestinal. Blastocystis spp., Giardia lamblia y Enterobius vermicularis lideran la lista, aunque también se detectaron casos más severos como Necator americanus y Entamoeba histolytica, confirmados por técnicas moleculares de PCR.
La veterinaria Josefina Lacunza aporta otra pieza del rompecabezas: en los animales domésticos, Ancylostoma caninum, Toxocara canis y Trichuris vulpis son los parásitos más frecuentes, capaces de afectar también a los humanos. Esto demuestra que la salud de las personas y de sus mascotas está íntimamente conectada.
Las consecuencias son múltiples. Las infecciones intestinales deterioran el estado nutricional, provocan bajo peso, retraso en el crecimiento y debilidad inmunológica, generando un círculo vicioso entre pobreza, enfermedad y malnutrición.
La investigación también muestra que, aunque algunas políticas públicas mejoraron parcialmente la situación, la persistencia del problema refleja una deuda estructural con los barrios populares.
“La falta de financiamiento en ciencia y técnica pone en riesgo la continuidad de estos proyectos, pero también refuerza la necesidad de trabajar junto a las comunidades”, reflexiona Zonta. Porque los parásitos no esperan, y la ciencia, cuando se compromete con el territorio, se convierte en herramienta de transformación social.
-Lavado de manos: se recomienda el lavado de manos con agua potable y jabón, antes de comer o preparar alimentos, después de ir al baño y tras jugar en el suelo o con mascotas.
-Lavado de frutas y verduras: dejar correr el agua potable sobre las frutas y verduras que se consumen crudas, y dejar reposar en un litro de agua con 2-3 gotas de lavandina durante 5 minutos para reducir el riesgo de contaminación.
-Cocción de alimentos: la carne vacuna y porcina suele estar infectada por quistes que contienen larvas de helmintos. La cocción debe ser a una temperatura mayor a 70ºC y durante al menos 15 minutos para que las larvas enquistadas mueran.
-Contaminación cruzada: mantener limpias las superficies y utensilios de cocina, separar alimentos crudos de los cocidos, y evitar el contacto directo entre materiales contaminados y alimentos listos para el consumo.
-Agua segura: consumir agua potable, hervida o desinfectada correctamente con lavandina.
-Eliminación de excretas: si las excretas se eliminan a través del uso de letrinas o pozos ciegos (pozos absorbentes), es importante que estos se localicen lejos de las tomas de agua para evitar la contaminación del agua de consumo
-Ambientes con mascotas. Se debe juntar la materia fecal de las mascotas para evitar la contaminación del suelo. Es importante desparasitar y vacunar a nuestras mascotas.
-Uso de calzado. Es importante no andar descalzo, ya que algunos parásitos penetran por la piel de los pies.
-Mantener los ambientes limpios.
-Mantener las uñas cortas.