El presidente Javier Milei encabezó un encuentro con su nuevo gabinete en la Casa Rosada, un gesto que busca mostrar unidad y orden en el reinicio de su gestión. Sin embargo, más allá de las fotos y los discursos, persisten las preguntas sobre la capacidad del equipo para transformar promesas en políticas concretas.
La reunión reunió a ministros y secretarios, pero algunos sectores del gabinete todavía enfrentan conflictos internos y falta de claridad sobre responsabilidades y prioridades. Expertos políticos señalan que estas convocatorias, aunque útiles como símbolo, no garantizan que las decisiones estratégicas se traduzcan en resultados efectivos para la gestión diaria.
Estuvieron presentes los útimos funcionarios que fueron designados por el mandatario nacional; Manuel Adorni como jefe de gobierno y Diego Santilli en su rol de ministro del interior.
En un contexto económico y social complejo, la expectativa de resultados inmediatos contrasta con un gabinete que todavía busca consolidarse, dejando abierta la pregunta sobre si estos encuentros son herramientas de gobierno o simples exhibiciones de cohesión política.